La Fundación Amigos de las Abejas os desea una Feliz Navidad y un año 2015 lleno de abejas y recuperada biodiversidad
El número 8 de la revista holandesa de apicultura «Bijenhouden», se hecho eco del VII Congreso Apicola Hispánico celebrado en Santiago de Compostela el pasado mes de octubre, donde la la Fundación Amigos de las Abejas tuvo un destacado protagonismo al exponer las obras participantes y otorgar los premios del III Concurso de Pintura Apícola, una de cuyas obras ha sido utilizada como portada en la citada publicación.
- 21 diciembre, 2014
La Fundación Amigos de las Abejas busca incorporar a su organización dos puestos de voluntariado:
– Responsable de gestión de la Fundación
Buscamos una persona con experiencia en la administración y gestión legal de fundaciones u organizaciones sin ánimo de lucro. Sus responsabilidades serán la elaboración de presupuestos, memorias de actividad, relaciones con el protectorado y fiscalidad.
– Responsable de campañas multimedia
Buscamos una persona con experiencia en la organización y gestión de campañas basadas en elementos multimedia, documentales y películas. La Fundación participa cada año en la promoción de contenidos multimedia, propios o de otras entidades, que tienen a las abejas y los polinizadores como protagonistas: Libros, apps para smartphone, documentales, películas…. Sus responsabilidades serán la gestión de las campañas en lo que implique a la Fundación en la promoción y difusión de esos medios.
Los interesados deben enviar su CV a nuestro buzón de correo:
La Fundación Amigos de las Abejas es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro. Los miembros del comité ejecutivo, del patronato o del consejo asesor no tienen remuneraciones dinerarias o indirectas. Todos los integrantes de la organización desempeñan su labor de forma voluntaria.- 21 diciembre, 2014
Desde la Fundación Amigos de las Abejas te proponemos que realices una original bola de Navidad para decorar tu árbol con un motivo especial: las abejas.
Solo necesitas la ayuda de un adulto, unas tijeras y esta plantilla que puedes descargar. Recorta el cuadrado inferior por la línea discontínua. Dobla cuidadosamente a lo largo de las líneas de puntos. Luego corta con más cuidado a lo largo de las líneas discontinuas. Desdobla el papel y tendrás una bonita y original decoración de Navidad. Cuélgala en el árbol con una cinta o hilo.
Siempre que la veas recuerda la importancia de las abejas en el desarrollo y conservación de los ecosistemas por su labor polinizadora. ¡Feliz Navidad!
- 18 diciembre, 2014
(Continuación, primera parte aquí)
PATOGENIA
V. destructor, como ectoparásito fijado fuertemente a su hospedador, no puede ser desprendido por éste, y ello causa problemas en la etología de las abejas. El ácaro con sus quelíceros perfora la quitina de las membranas istersegmentarias para llegar a acceder a su alimento (hemolinfa) y con ello abrir una vía de acceso a bacterias y virus.
Cuando el parásito afecta al estadio ninfal de su hospedador, la rotura de la cutícula le proporciona la posibilidad de alimentarse, y con ello afectará gravemente al futuro productivo del insecto.
Roto el equilibrio en la colonia de abejas por la presión parasitaria de V. destructor la reina se ve afectada en sus principales funciones.
SINTOMAS
V. destructor parasita a la abeja adulta y se fija fundamentalmente en la cara ventral del abdomen, en los espacios intersegmentarios, donde la cutícula es más fina, perfora la membrana y el consumo de hemolinfa debilita al hospedador, reduciendo su vida productiva.
El período de latencia (ausencia de síntomas) varía considerablemente con la climatología y el sistema de explotación.
El desarrollo de las larvas parasitadas se demora, sufriendo un retraso la eclosión de las jóvenes abejas.
Las larvas fuertemente parasitadas mueren y al sufrir un proceso de putrefacción desprenden un olor desagradable. Entonces los opérculos son retirados por las abejas limpiadoras, y en el fondo de las celdillas se observan los excrementos de los ácaros, que tienen forma filamentosa de color blanco.
El peso reducido de las pupas parasitadas, así como la pérdida de proteínas, tiene efectos inmediatos sobre las abejas, que no alcanzarán un tamaño adecuado, acompañado de malformaciones anatómicas, que se traducen en una reducción de la vida productiva de las abejas.
La presencia de parásitos provoca en las mismas una actividad más intensa, ya que intentan desembarazarse de sus huéspedes. En invierno, en lo casos de infestaciones medias y fuertes, los «racimos» de abejas son menos densos, saliendo de las colmenas muchas abejas.
La falta de vitalidad de las abejas parasitadas, y su muerte prematura, ocasiona un menor aporte de néctar y polen, que origina un debilitamiento de la colonia, y por tanto, puede producir su desaparición.
Cuando la cría es parasitada por más de ocho ácaros, las pupas mueren y no terminan su transformación en abejas adultas, presentándose entonces en los cuadros unas características parecidas a las producidas por el Paenibacillus larvae productor de la enfermedad denominada Loque americana.
En condiciones más favorables, la eclosión de la abeja adulta se puede ver retrasada de dos a cuatro días.
Las malformaciones, que hoy se asignan a la acción vírica, se concretan en la presencia de alas rudimentarias, patas atrofiadas, abdomen acortado, y dan como resultado individuos no útiles a la colonia, que son eliminados por el resto de las abejas.
La presencia en invierno de varroas en la “piña invernal” hace que el consumo de alimentos aumente considerablemente, lo mismo que el calor producido por las abejas, lo que puede provocar un alargamiento del periodo de puesta de la reina, que tiene como consecuencia un incremento en el periodo de reproducción del ácaro.
Es preciso tener en cuenta que la presencia de varroosis en una colonia puede tener consecuencias nefastas, no solamente por esta parasitosis, sino también por su acción vectorial para ciertos agentes patógenos, que incrementan su virulencia cuando entran en la hemolinfa: virus de la parálisis aguda.
La colonia en fase terminal pierde prácticamente la población, la colmena aparece con reservas pero sin abejas.
LESIONES
En la abeja adulta, el parásito efectúa una acción mecánica que genera un efecto nocivo sobre sus movimientos, el vuelo y las actividades de la colmena. Por el consumo de hemolinfa se registra una disminución del número de hemocitos (elementos formes de la hemolinfa) y una variación en su tasa de proteínas.
La importancia de esta acción depredadora está en relación directa con la tasa de infestación. Un fuerte parasitismo afecta a las glándulas mandibulares e hipofaríngeas (disminuye la calidad de la jalea real). Los cuerpos grasos, que actúan de modo importante en el metabolismo de la abeja, también degeneran.
Se ha observado que, cuando las larvas de abejas están infestadas por más de ocho ácaros, las pupas mueren antes de la eclosión.
Se ha constatado que, en una colonia débilmente infestada, la duración de la vida de las abejas era de 15, 6 días (media 9, bajando hasta 9,1 días en colonias medianamente infestadas y llegando a un mínimo de 8,3 días cuando la colonia está fuertemente infestada.
DIAGNÓSTICO
En la lucha contra la varroosis, el diagnóstico precoz tiene una importancia primordial. Un diagnóstico positivo y cuantitativo determinará la mecánica que ha de seguir el apicultor.
En una primera infestación de la colonia, es problemática su detección, dado el pequeño número de ácaros existentes.
Clínico.- Si tenemos en cuenta la sintomatología de la enfermedad, es fundamental llevar a cabo una inspección profunda de las abejas, de su comportamiento y de los cuadros con cría.
Con una infestación moderadamente alta de varroas, numerosas abejas presentan graves malformaciones en su organismo: alas atrofiadas, abdomen reducido, talla pequeña, ausencia de antenas, etc.
Se visualiza sobre la plancha de vuelo o en la entrada de la colmena, cría muerta, que ha sido extraída por las abejas limpiadoras, sin tener constancia de la presencia de otras enfermedades, como puede ser «pollo escayolado».
Farmacológico.- El diagnóstico se puede llevar a cabo por métodos químicos, utilizando moléculas acaricidas, que fuerzan la caída de los parásitos.
El método químico consiste en administrar un producto químico con poder acaricida. Se utiliza para ello varios sistemas: espolvoreos, fumigaciones, aerosoles, etc. Previo a este tipo de diagnóstico, debe colocarse en el fondo de las colmenas una cartulina impregnada de vaselina, o mejor separar dicha cartulina con una malla con orificios de 3 mm que impida la acción de limpieza de las abejas.
El diagnóstico químico se puede utilizar en cualquier época del año, si exceptuamos la invernada y su resultado será inmediato o más lento, dependiendo del acaricida utilizado.
Laboratorial.- Uno de los métodos que, tiene la ventaja de no dejar ningún residuo químico en la colmena y no exigir un material especial permite, incluso, obtener en grado de infestación. La técnica consiste en tomar una muestra de abejas (entre 300 y 500) de varios cuadros e introducirla en una solución de etanol al 25 %. Después de una breve agitación se separan las abejas del alcohol y se visualizan en éste los ácaros que se han desprendido de su hospedador.
Otro método, que puede considerarse como complementario del anterior, consiste en desopercular celdillas, con el fin de observar hembras de varroa o formas inmaduras. ‘Este sistema tiene su mejor período de realización en la época de presencia de cría de zángano en la colmena, ya que estas celdillas son preferidas por los parásitos.
Diferencial.- Es preciso hacer un diagnóstico diferencial con el «piojo» de las abejas (Braula coeca), que puede confundirse con varroa, existiendo, no obstante, netas diferencias con la forma del cuerpo y el número de patas: V. destructor tiene cuatro pares y el B. coeca solamente tres.
El «piojo» se fija sobre la cara dorsal del tórax de la abeja, mientras que la varroa se adhiere a las esternitas abdominales, sobre todo, en infestaciones leves.
PRONÓSTICO
Dos de los factores que hay que tener en cuenta en las repercusiones de la infestación por V. destructor son la localización geográfica y el clima de la zona. En este sentido, en las zonas cálidas en las que las colonias de abejas siempre tienen cría, las pérdidas son mayores. La llegada a España del parásito causó innumerables problemas.
Mención aparte merece el tema de la polinización. La abeja de la miel, considerada como el principal polinizador de las plantas entomófilas, no cumple con su misión al producirse una pérdida de población causada por la parasitosis. Ésta falta de polinizadores hace que se pierda hasta el 30 % de la cosecha, llegando hasta un 100 % en aquellas plantas morfológicamente adaptadas a la visita de A. mellifera.
Así pues, la lucha contra V. destructor deberá constituir una característica de obligado cumplimiento en el quehacer apícola.
TRATAMIENTO
Una vez realizado el diagnóstico que revela la presencia del ácaro Varroa destructor en el colmenar, deben tomarse medidas terapéuticas rápidamente, con el fin de limitar la progresión del ácaro y salvar la colonia de abejas.
Los tratamientos se pueden clasificar en dos grandes grupos:
– Los que se efectúan con moléculas químicas.
– Los que preconizan métodos naturales.
Hay que constatar que en estos momentos, y a pesar de la investigación realizada en este campo, ningún tratamiento tiene una eficacia del 100 % y, por ello, no es posible erradicar la infestación por V. destructor.
El primer producto autorizado en España para el tratamiento contra varroosis tuvo como principio activo el bromopropilato, que actuaba contra el ácaro por contacto, y cuya composición, en cada tira fumígena, consistía en 411 mg de materia activa. Era necesario repetir el tratamiento cuatro veces a intervalos de cuatro días. El uso de este producto, con el que se obtuvo buenos resultados, fue disminuyendo, y hoy en día, sobre todo en países cálidos, prácticamente no se utiliza, ya que se requiere colonias con escasa o nula presencia de cría.
En el tratamiento contra el ácaro varroa se han empleado dos aparatos productores de aerosol: Edar y Fagogene. En ambos casos se han utilizado como producto activo el amitraz. El tratamiento utilizando aerosol ha estado muy extendido por toda Europa, ya que su alta eficacia (en ausencia de cría), se unía su bajo coste. Se realizan tres tratamientos en días consecutivos.
Los aparatos productores de aerosol, difunden el producto a una temperatura aproximada de 40º C, lo que permite, a principios de primavera y otoño, disociar la “piña” de abejas, para que el aerosol llegue a todas ellas.
En la búsqueda de otros productos y de otras formas de actuación, se ha llegado a la utilización de acaricidas sistémicos y acaricidas de acción prolongada. La ventaja del tratamiento sistémico frente al empleo de los acaricidas que actúan por contacto, aplicados por pulverización, en forma de polvo o por evaporación, reside en que se reduce notablemente la contaminación del entorno.
Uno de los primeros productos sistémicos puestos en el mercado fue el Coumafos. La eficacia después del segundo tratamiento, realizado con intervalo de siete días, alcanza una cifra del 99 % (con ausencia de cría en la colonia tratada). Otro de los productos utilizados para el control de V. destructor es el Cimiazol.
El producto que se presenta en forma sólida granulada se suministra por vía tópica. La eficacia acumulada después de la repetición del tratamiento, con un intervalo de siete días, es de 98,1 % (colonias sin cría). Se pueden dar las dos dosis con intervalos de 30 minutos. La eficacia es parecida en ambos casos.
En los países en los que la climatología no es un factor limitante a la multiplicación de V. destructor, se necesita disponer de productos acaricidas cuya actividad acaricida permanezca en un soporte determinado durante largo tiempo, para que afecte a los ácaros que se pongan en contacto con el acaricida una vez terminada su fase de multiplicación en la celdilla operculada.
Existen varios productos con poder acaricida que, reúnen estas características, y como producto activo ya se estaba utilizando anteriormente en agricultura como acaricida fitológico.
Los tratamientos con formularios químicos preparados de forma artesanal conllevan un gran peligro de toxicidad y de creación de resistencias de los ácaros.
Los llamados métodos naturales, aceites esenciales, ácidos orgánicos, etc. y los biotécnicos (cría de zánganos dirigida, enjaulado temporal de la reina, etc.) complementan y a veces sustituyen, a los tratamientos químicos, al mismo tiempo que limitan los riesgos de resistencia que puede presentar el ácaro varroa a ciertas moléculas químicas.
El timol es el que está dando mejores resultados y la cría de dirigida necesita un conocimiento preciso, no solamente del ciclo biológico de Varroa destructor sino también, del ciclo biológico de las abejas, y requiere un manejo adecuado que debe acomodarse a un calendario de manipulaciones que exigen un tiempo no disponible en grandes explotaciones.
En la actualidad existen en España un número importante de acaricidas para el control de varroosis. Sin embargo parece ser que las eficacias de estos productos, en ocasiones, no alcanzan el grado necesario para mantener en un grado de infestación suficientemente bajo a esta patología. Ello se debe, fundamentalmente, al empleo previo de las distintas materias activas en soportes acaricidas no específicamente preparados para su utilización en apicultura.
PROFILAXIS
Actuando sobre las causas que favorecen la difusión de V. destructor conseguiremos estar mejor preparados para que la varroosis no cause graves problemas y un diagnóstico precoz es fundamental. El ácaro necesita de un hospedador para sobrevivir; desaparecido éste, el parásito muere en un tiempo variable, según las circunstancias ambientales. La humedad y temperatura marcan la duración de su ciclo biológico.
Analizando estas premisas, hay que señalar que tanto las cajas (colmenas) vacías y limpias, como los cuadros con reservas (miel y polen) y los cuadros con cera estampada, estirada (sin cría), o ambas, que provengan de colmenas infestadas por el ácaro, pueden volver a utilizarse en la explotación.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que los cuadros que han soportado la presión del parásito, pueden presentar debido a su acción, distinta sintomatología por el desarrollo de enfermedades bacterianas, sobre todo de loque americana (Paenibacillus larvae). Estos cuadros con cría deben de ser destruidos.
Se podría pensar que se puede llegar a erradicar la parasitosis en una o en varias colmenas, e incluso en un colmenar, eliminando totalmente la cría de las colmenas y con un tratamiento masivo con acaricidas. Sin embargo, esas medidas tienen limitaciones, ya que ácaros de otras colmenas reinfectarían las tratadas utilizando medios como la trashumancia, el enjambrazón natural, la deriva o el pillaje.
- 18 diciembre, 2014
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Preocupada por el creciente declive de las abejas, la firma Greenbomba ha querido aportar su granito de arena para ayudar a nuestra gran aliada, la apis mellifera o abeja europea. Ya Einstein dijo que “si la abeja desapareciera del planeta, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida”. Probablemente estaba en lo cierto, ya que de ellas dependen un tercio de los alimentos que consumimos. Por ello es indispensable que se protejan nuestras abejas de las múltiples amenazas a las que se enfrentan.
Greenbomba ha creado bombas de semillas compuestas de arcilla, sustrato y semillas según el método nendo dango del microbiólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka. Este método consiste en encapsular un gran número de semillas dentro de una mezcla de sustrato y arcilla con objeto de proteger las semillas y favorecer su germinación. Como empresa, la firma busca mantenerse fiel a la idea de crear productos con un mínimo impacto ambiental y que inciten a cuidar el entorno. Greenbomba se produce en España y su fabricación es totalmente artesanal, por eso unas bolas son ligeramente más grandes que otras. Sus envases se pueden reutilizar, y son fácilmente separables para que puedan ser reciclados sin dificultad. Con cada pequeña acción se puede minimizar la huella ecológica, creando así, entre todos, un futuro más amable.
Tajetes, margaritas, caléndulas,tréboles, girasoles y clavelinas son la selección de flores elegida con la que se puede crear un pequeño oasis florido para las abejas. Las grandes extensiones sin flores suponen para ellas una dura prueba que debilita sus organismos haciéndolas más vulnerables.
Además, desde Greenbomba sugieren 6 acciones sencillas que todos podemos hacer para ayudar a nuestras pequeñas amigas:
1. Conoce a las abejas. Saber más acerca de las abejas y su labor te hará apreciarlas mejor.
2. Consume alimentos de producción ecológica. De esta manera te aseguras que no se han utilizado pesticidas químicos en su cultivo: tu salud y la de las abejas se verá beneficiada.
3. No utilices pesticidas tóxicos en tus plantas.
4. Compra miel de apicultores locales. Favoreciendo al pequeño apicultor favorecerás también a las abejas.
5. Implícate en su conservación, por ejemplo apadrinando una colmena.
6. Cultiva sus flores preferidas para que puedan alimentarse todo el año. En Greenbomba han hecho esta cuidada selección para que tú solo tengas que ocuparte de regar.
Si quieres saber más acerca de Greenbomba escribe a info@greenbomba.com , síguelos en Facebook https://www.facebook.com/-greenbomba o visita su web en www.greenbomba.com
- 18 diciembre, 2014
DEFINICIÓN
La varroosis es una parasitosis externa causada por el ácaro Varroa destructor que afecta a las abejas en todas sus fases de desarrollo. Es una de las enfermedades más graves de esta especie y, si no es convenientemente tratada, produce alta mortalidad en las colonias de abejas.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Las primeras noticias V. destructor se remontan al año 1904, parasitando a Apis cerana, abeja asiática, en la isla de Java y en 1912 se pone de manifiesto en la isla de Sumatra. Al no producir graves trastornos a su hospedador, el zángano, no se le concedió importancia.
El paso de Apis cerana a Apis mellifera, se sitúa en los años 60, en la antigua URSS, y en menos de 10 años la casi totalidad de las colonias de abejas fueron contagiadas. De los años 1965 a 1980 se detecta en los Países del Este de Europa. Al mismo tiempo se detecta en Japón por importaciones de abejas del archipiélago indonésico y desde Japón se contamina a América del Sur por el comercio de colonias de abejas. En el año 1981 se declara su presencia en Italia, a través de la frontera con Yugoslavia y al año siguiente pasa a Francia. En Diciembre de 1985 se diagnosticó la enfermedad en España.
En el año 1987 oficialmente tiene su entrada en América del Norte. Así pues, V. destructor, considerado como el parásito más perjudicial para la abeja A. mellifera. Actualmente es un proceso endémico en lamayoría e los países productores de miel.
IMPORTANCIA ECONÓMICA
En la apicultura podemos contemplar dos aspectos fundamentales: la producción directa de las abejas (miel, polen, propóleos, veneno, etc.) y la producción indirecta representada por la polinización, no sólo de plantas cultivadas sino también de plantas silvestres. Por otra parte, hay que señalar que la actividad apícola es de las pocas que pueden desarrollarse en zonas deprimidas cumpliendo con ello un objetivo social de primera magnitud.
Dificultades de diagnóstico precoz, escaso conocimiento de la enfermedad, existencia de acaricidas de baja eficacia para los países con climatología cálida, etc. ocasionó que en los primeros años se perdieran aproximadamente el 40 por ciento, del censo nacional de colonias de abejas.
Las pérdidas en producto se cuantificaron en más de 6.000 Tm. de miel, y, lo que es más importante, una cantidad mucho mayor en disminución de productos agrícolas que no pudieron ser polinizados, así como una merma en la producción de semillas de plantas silvestres.
Si bien el impacto de V. destructor sobre la apicultura es inicialmente dramático, la entrada del parásito en un país no significa el fin de la apicultura. Para la mayoría su efecto último ha sido la disminución del número de apicultores, pero no del número de colonias, ni de la producción de miel.
ETIOLOGIA
Responsable de la varroosis es un artrópodo denominado Varroa destructor, cuya posición taxonómica ha sufrido variaciones a lo largo del tiempo. Actualmente se clasifica dentro del tipo Artropoda, clase Arachnida, orden Parasitiformes, suborden Gamasida, superfamilia Dermanyssoidea y familia Varroidae. Es parásito específico de la abeja de la miel.
Se presentan en varroa un claro dimorfismo sexual. Las hembras adultas, que son las que se observan sobre las abejas, tienen forma elipsoidal. Miden de 0,8-1,5 mm de longitud x 1,3-1,9 mm de anchura; es decir, son más anchas que largas, habiéndose apreciado importantes variaciones en sus dimensiones de una zona geográfica a otra. Tienen el cuerpo recubierto de un tegumento quitinoso de color rojizo, con numerosos pelos rígidos y ramificados.
Los ácaros no tienen antenas ni mandíbulas y presentan cuatro pares de patas cuando son adultos, siendo hexápodos en estado larvario.
El esclerito dorsal de la hembra forma una pieza única. La cara ventral es más compleja que la dorsal. En ella se observan claramente el aparato bucal, el aparato respiratorio, el aparato excretor y el aparato reproductor. En ambos lados del cuerpo se insertan cuatro pares de patas. El primer par está dirigido hacia delante; los tres restantes están curvados hacia atrás y sirven para la locomoción.
En la parte anterior se observa la zona bucal adaptada para perforar y succionar. La apertura bucal está bordeada de labios, y en el interior de ellos hay dos quelíceros, que permiten una mejor rotura y penetración en la membrana intersegmentaria de la abeja.
Los orificios respiratorios están situados lateralmente, y permiten al ácaro adaptar su respiración a las diferentes condiciones en que se encuentra en el curso de su vida parasitaria. El orificio genital está situado a la altura de las patas sobre el esclerito epiginal. Se caracteriza por constar de una abertura trasversal. El orifico anal está situado muy atrás sobre un esclerito triangular, denominado esclerito anal.
El estudio de la anatomía interna pone en evidencia un aparato digestivo con una faringe musculosa, un esófago y un intestino medio con seis intestinos ciegos. Los tubos de Malpigio desembocan en el recto. El aparato reproductor es complejo y consta de un ovario, oviducto, vagina y orificio anal. La hembra de V. destructor posee una espermateca donde se almacenan los espermatozoides aportados por el macho en el momento de la cópula. El sistema nervioso está formado por un ganglio subesofágico y otro supraesofágico, envueltos en una capa celular cortical.
El macho de V. destructor ha sido muy poco estudiado. El aspecto es considerablemente distinto al de la hembra. Su menor tamaño puede confundirse con formas inmaduras de la misma: protoninfas y deutoninfas.
La mayoría de los autores admiten que muere cuando se abre la celdilla y sale la joven abeja. El tamaño es de 0,75 mm de longitud x 0,8 mm de anchura; es decir, son casi esféricos. Color blancoamarillento y las patas no están replegadas bajo su estructura anatómica.
La cara dorsal, como en la hembra, está formada por un solo esclerito; sin embargo, la ventral es muy diferente a la de la hembra. Delante del esclerito esternogenital (entre los cuatro pares de patas) destaca el orificio genital, muy característico en forma de tubo.
En grandes líneas, la zona bucal del macho de V. destructor se parece bastante a la de la hembra. Los quelíceros son muy diferentes, están desarrollados de tal forma que pueden transportar es esperma desde su orificio genital hasta el orificio genital de la hembra. En cuanto a otras características anatómicas, se diferencian poco de las hembras: el primer par de patas sirve para la exploración y los tres pares restantes para la locomoción.
HOSPEDADORES: FACTORES DE LA RECEPTIVIDAD
V. destructor se reproduce principalmente en celdillas de zángano en A. cerana, lo que limita su peligrosidad. En la abeja europea existe esta preferencia por ocupar celdillas de zángano, pero no tan marcada como en el caso de A. cerana, lo que trae como consecuencia su alta peligrosidad.
La fecundación de las hembras de varroa se desarrolla en el interior de la celda operculada. Para ello elige una que contenga una larva finalizando su etapa abierta, y la parasita, teniendo preferencia por las celdas de zángano. Esto es tan cierto que en la época de producción de éstos, la infestación en celdillas de obreras baja hasta un tres por ciento, mientras que las de zángano se encuentran infestadas en un 70, e incluso, en un 100 por cien.
En esta preferencia intervienen otros factores, que van más allá del tamaño de la celdilla, como son la cantidad mayor de lípidos en cría de zánganos que de obreras, así como la temperatura, que es menor en una zona donde se desarrollan las celdillas de zánganos y factores hormonales que también actúan sobre esta preferencia.
En las abejas existe una hormona juvenil, que regula la progresión de las obreras de una tarea a otra dentro de la colmena, hasta alcanzar la etapa de pecoreo. Para que el parásito pueda tener descendencia en las celdillas con cría, el nivel de hormona juvenil debe de ser máximo. Como quiera que el parásito no produce esta hormona, el nivel adecuado se alcanza succionando hemolinfa del hospedador, que contiene dicha sustancia.
El atractivo de las varroas sobre una abeja determinada depende de la edad del hospedador. Los ácaros, cuando salen al exterior de la celdilla con la abeja que ha parasitado, la abandonan para colocarse sobre abejas de más de dos días de vida. En este reconocimiento del hospedador por el parásito, tiene influencia la feromona elaborada por la glándula de Nosanoff, cuya producción depende de la edad.
RELACIONES PARÁSITO/ HOSPEDADOR/AMBIENTE. EPIDEMIOLOGÍA.
Las varroas se han ido adaptando morfológica y biológicamente a sus hospedadores. Esta selección natural ha supuesto un desarrollo paralelo hasta llegar a un equilibrio biológico que asegura su existencia y ulterior desarrollo.
V. destructor, parásito originario de A. cerana, ha llegado con esta raza a un equilibrio biológico, basado en el comportamiento de limpieza que no tiene desarrollado A. mellifera.
Después de un periodo de vida fuera de la celdilla, las hembras de varroa, dispuestas para la ovogénesis, buscan una celdilla a punto de ser operculada. El ácaro que ha penetrado en una celdilla, al contacto con el alimento que tienen las larvas entra en un estado de hipobiosis, debido a la baja concentración de oxígeno y a la alta concentración de anhídrido carbónico. Consumido el alimento larval por la cría de la abeja y operculada la celdilla, el parásito reanuda su actividad y toma gran cantidad de hemolinfa antes de iniciar la puesta de huevos.
Las hembras de varroa fecundadas ponen hasta cinco huevos en una celdilla de y hasta siete en una de zángano. Los estudios cromosómicos de los tres primeros huevos puestos por V. destructor, demuestran que, en la mayoría de los casos, el primer huevo no está fertilizado y, por consiguiente, dará lugar a un macho. Los siguientes serán hembras.
El desarrollo del huevo dura 48 horas. En las primeras 24 horas se desarrolla una larva hexápoda, inactiva, que se transforma en protoninfa antes de la eclosión. La duración de este estado protoninfal femenino es de 3-4 días. Esta fase es de color blanco vidrioso, tiene ocho patas plegadas y mide 0,6 x 0,8 mm. La protoninfa masculina tiene forma más redondeada, mide 0,6 x 0,6 mm y su desarrollo es más rápido. La deutoninfa hembra tiene forma oval y color marrón; su tamaño es de 0,9-1,1 x 1,2-1,6 mm y su duración es de 1-2 días.
En las hembras, la madurez sexual se alcanza 24 horas después de llegar a la madurez fisiológica. La cópula tiene lugar en la celdilla cerrada. Los machos mueren poco después del acoplamiento, por lo que es difícil encontrarlos fuera de la celdilla
Las hembras recién nacidas y la varroa madre abandonan la celdilla de la abeja infestada cuando ésta sale al exterior. Si la tasa de infestación es muy alta, la abeja muere en la celdilla.
Parece que el ácaro se multiplica con una velocidad que no está reglada por la duración del periodo de cría de la colmena (factor ésta que está íntimamente relacionado con la climatología y con la flora). El parásito únicamente puede reproducirse durante el periodo de operculación del hospedador, generando una serie de descendientes que finalizan su desarrollo de forma escalonada. La consecuencia es que, mientras unos descendientes del parásito ya han completado su desarrollo cuando la abeja rompe el opérculo y abandona la celdilla, a otros no les da tiempo y mueren o son eliminados por las abejas limpiadoras.
Cuanto más largo es el periodo de operculación, más numerosa puede ser la descendencia de la varroa progenitora. Cada raza tiene un tiempo de operculación más o menos constante.
Algunos autores opinan que el 10 % de las hembras realizan un segundo ciclo de puesta y que un 40 %, un tercero. Otros muestran que el 50 % de los ácaros realizan más de tres ciclos y algunos, hasta siete ciclos.
Los aportes externos de ácaros a una colonia de abejas pueden ser muy importantes. Se ha demostrado que una colonia muy parasitada está debilitada y con mayor facilidad es “pillada”. Las abejas “pilladoras” pueden infestar una colmena sana o reinfectar una colmena que ha sido tratada.
Las colonias libres de ácaros pueden infestarse por la deriva de abejas pecoreadoras. También existe deriva en los zánganos, que no tienen colonia propia y que en un momento determinado aportan uno o dos ácaros a una colonia y crean un nuevo foco.
La trashumancia ha sido reconocida desde antiguo como el factor determinante de la extensión de V. destructor. El comercio de enjambres es, junto a la trashumancia, el factor que ocasiona una extensión más rápida de la enfermedad. La parasitosis avanza de forma natural a razón de 10 km por año.
El manejo del apicultor es otro parámetro que hay que considerar en esta infestación por V. destructor. El desdoblamiento de colonias enfermas, el fortalecimiento de colmenas sanas con abejas y cuadros de cría parasitados, han intervenido para iniciar nuevos focos.
La duración de vida del parásito es muy variable. Se puede decir que, a partir del recuento de ácaros que se realiza sobre hojas de papel impregnadas de vaselina, sobre el fondo de la colmena, las hembras viven unos dos o tres meses en verano y entre cuatro y seis en invierno. En ausencia del hospedador, la duración de vida del parásito también es muy variable. Parece que está ligada a las condiciones climáticas del momento. Viven una semana en el interior de la colmena. Fuera de la colmena puede vivir sin nutrirse durante nueve días.
(Continúa aquí)
- 16 diciembre, 2014
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BECA DE UNA PLAZA GRATUITA
Actualización 12/01/2015: La beca gratuita para el curso completo de apicultura ha sido concedida a Roberto Moya Estévez, de Sisante (Cuenca). Enhorabuena!!
La Fundación Amigos de las Abejas, por cortesía de La Tienda del Apicultor, ofrece una plaza gratuita para el curso completo (valorado en 475€). Para optar a esta plaza deben reunirse las siguientes condiciones:
- Residir en una zona que permita el desplazamiento a las jornadas del curso.
- Disponer de tiempo para garantizar la asistencia al curso en las fechas indicadas.
- Enviar un email con la propuesta de candidatura al director ejecutivo de la Fundación, , en la que se debe indicar: Nombre y apellidos, teléfono, correo electrónico, edad, situación laboral actual (activo o desempleado), situación familiar, un comentario sobre por qué la apicultura puede ser una oportunidad laboral y un último comentario sobre qué posibilidades tiene de instalar un colmenar en el futuro.
- Declaración de querer asistir a todas las jornadas y modalidades del curso. Esta beca no está dirigida a módulos sueltos.
- Plazo de finalización de la recepción de las candidaturas: 12 de enero de 2015.
La elección se tomará por el Patronato de la Fundación, valorando la capacidad del candidato o candidata para el aprovechamiento del curso, la viabilidad futura de su proyecto apícola y su situación socio-económica.
Al finalizar el curso, la persona becada contará con la asesoría técnica y promoción de la Fundación Amigos de las Abejas, asignando un «mentor», apicultor con larga experiencia, que ayudará en el desarrollo de su proyecto apícola.
Curso completo de apicultura
Un curso que arranca en la mejor época del año para quienes quieren iniciarse en la apicultura o mejorar sus conocimientos y técnicas productivas. Puedes inscribirte en uno de los módulos o en el curso completo. Desde uno hasta seis fines de semana, para que antes de la llegada de la primavera tengas la seguridad de hacer un buen manejo de tus colmenas.
Organizado por
La Tienda del Apicultor – http://www.latiendadelapicultor.com/
Módulos
M1/2: Iniciación a la apicultura.
M3: Alimentación y manejo otoñal/invernada.
M4: Sanidad y manejo primaveral.
M5: Flora, mieles y su cosecha.
M6: Polen, Jalea y propóleos. Producción y mercado.
M7: Rentabilidad de la empresa apícola y legislación.
Posibilidad de inscripción para módulos separados o bien a todo el curso entero. Los que se apunten al curso entero tendrán un 20% de descuento y un módulo extra gratuito de repaso.
Cuando se realizan los cursos
Son siete módulos, cada uno en un fin de semana diferente salvo el 1 y el 2 que forman un módulo conjunto, con una carga de 16 horas lectivas/módulo con prácticas.
Fechas: Del 31 de enero al 15 de marzo. 6 fines de semana.
- Módulo 1/2 : 31 de enero y 1 de Febrero.
- Módulo 3: 7 y 8 de Febrero .
- Módulo 4: 14 y 15 de Febrero .
- Módulo 5: 21 y 22 de Febrero.
- Módulo 6: 28 y 1 de Marzo .
- Módulo 7: 14 y 15 de Marzo.
El módulo extra de repaso gratuito para los que se apunten al curso completo o a tres módulos o más será dos semanas después de la finalización del curso.
Dónde se realizan los cursos
Serán en Daimuz (Valencia) un pueblo de la costa del mediterránea a 1km de la ciudad de Gandía. Se ofrecen facilidades de alojamiento en la zona.
Profesores
Enrique Quiroz y Fleytas, criador y seleccionador de reinas profesional, productor de material vivo, perito apicultor durante más de 30 años en más de 15 países e ingenierio agrónomo. Se trata de una de las personas que más sabe de apicultura en España, gestiona más de 3.000 colmenas, ofrece asesoramiento a grandes explotaciones y además es uno de los colaboradores de Apimondia y ha publicado libros de tipificación de mieles, así como artículos en la revisita Apicius.
Ruth Morales Salas, licenciada en Ciencias Biológicas por la UME, psicóloga y co-fundadora de Reinas Malaika, empresa dedicada a la selección genética de reinas y venta de material vivo. Junto con Miguel Olmedo, serán los encargados de profundizar en los aspectos de la biología floral, polinización y derivados.
Miguel Olmedo, técnico superior en Gestión y organización de los recursos naturales y en Gestión del medio ambiente. También es monitor de Educación Medioambiental.
Inscripción
Te puedes apuntar a través Latiendadelapicultor.com o llamando al 671 818 658 / 629 54 36 80 .
Para inscribirse será necesario reservar la plaza con previo pago de 20€. La diferencia se abonará al inicio del curso
Precio
El precio por módulo suelto es de 95€. Pero si te apuntas al curso completo (todos los módulos) te beneficiarás de un 20% de descuento. El curso completo con los 7 módulos vale 475.
La persona becada por la Fundación Amigos de las Abejas tendrá la reserva garantizada y completará todo el curso sin abonar importe alguno, salvo los gastos derivados en su desplazamiento y manutención.
Mas información: LaTiendadelApicultor.com curso completo de apicultura
- 12 diciembre, 2014
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Una importante donación de la Fundación María J. Avila permitirá recuperar las bajas en los colmenares de polinización de la Fundación Amigos de las Abejas, especialmente el colmenar situado en el Parque Natural Hayedo Tejera Negra, que fue diezmado por un vendaval el pasado invierno. Además voluntarios de nuestra Fundación pondrán un pequeño cortavientos con piedras del lugar para protegerlo de futuros vendavales.
Estos colmenares podrán visitarse el próximo año en visitas programadas cuyas fechas publicaremos próximamente en la web. En estas visitas se enseña el extraordinario trabajo que realizan nuestras abejas sobre el ecosistema de la zona. Para los más atrevidos se abrirán varias colmenas, con el fin de que puedan apreciar cómo es la colmena por dentro con abejas, su organización, sus componentes obreras, zánganos y reina, panales de cría, panales con miel y polen, propóleos, etc.
Los colmenares de polinización pretenden conseguir mejorar la productividad de la cubierta vegetal de los ecosistemas con deficiencias en polinización entomófila. Se espera que esta mejora repercuta en la producción de frutos y semillas de las plantas, las cuales contribuirán a la renovación de la cubierta vegetal y en la mejora de la alimentación de pequeños mamíferos y aves que a su vez son presas de otras especies, algunas de las cuales están protegidas. Una de sus características principales que los diferencia de los colmenares trashumantes es que se mantienen todo el año en la misma ubicación, al objeto de polinizar todas las variedades de plantas sea cual fuera su época de floración.
Estos son los Colmenares de Polinización de que dispone la Fundación Amigos de las Abejas y su estado actual:
Nº1 Colmenar Hayedo Tejera Negra (2011)
En los primeros meses de este año un fuerte vendaval tiró ocho colmenas. Murieron todas las caídas pues el agua entró por la piquera y se inundaron. Ya había cuatro bajas, por lo que actualmente faltan 12 colmenas para completarlo. Este colmenar lo vamos a recuperar en 2015. Además se está construyendo un pequeño cortavientos de piedras del lugar para evitar que otro vendaval lo vuelva a tirar.
Nº2 Colmenar del Alto Tajo en Selas (2011)
Tiene actualmente 19 colmenas vivas de las 20 que se llevaron en su día. Este año se han recuperado 5 colmenas que habían muerto por diferentes causas en pasadas temporadas
Nº3 Colmenar Sierra Norte de Guadalajara en Arbancon (2012)
Tiene actualmente otras 19 colmenas vivas de las 20 que se llevaron. También se han recuperado 4 colmenas que murieron por diferentes causas el año pasado.
Nº4 Colmenar “0 tratamientos” (2013)
La Fundación Amigos de las Abejas dispone de un colmenar cuyo último tratamiento fue realizado en Septiembre del 2012.
Este año investigadores de la Universidad Complutense de Madrid acompañados por el Presidente de la Fundación Amigos de las Abejas, Luis Perez, han realizaron toma de varroas vivas para sus investigaciones.
Desde la Fundación tenemos que decir que estaríamos dispuestos a colaborar en cualquier proyecto de investigación sobre la resistencia a la varroa de estas colmenas, y esperamos que el 2015 sea un año clave para saber si definitivamente resisten y se autocontrola la parasitación o mueren como consecuencia de la misma.
La zona donde están es de alta montaña, en concreto a 1.500 metros de altitud. Pasan todo el año sin fondo, todos los residuos caen al suelo, esto supone una pequeña desparasitación pues las varroas que se caigan son varroas muertas, una segunda desparasitación natural ocurre en invierno por el frio extremo durante cuatro meses, que provoca una parada invernal de cría (se supone).
Actualmente hay 17 colmenas vivas y muy fuertes. El año pasado murieron dos que se llevaron posiblemente por el traslado o por falta de aclimatación. Otra murió este año en primavera, pues perdió la reina y no pudo recuperarse. Estas colmenas apenas se manipulan con el objetivo de no interferir en su desarrollo.
- 11 diciembre, 2014
Introducción
El pequeño escarabajo de la colmena Aethina tumida, descrito por primera vez en el año 1867 por Murray, es originario de África subsahariana afectando a Apis mellifera scutellata y Apis mellifera capensis.
Pertenece al Orden Coleoptera, familia Nitidulidae.
Grupo caracterizado por la afinidad que tienen a productos que pueden fermentar. En el caso de A. tumida la afinidad está ligada a la miel y al polen.
Etiología
Los escarabajos adultos, tienen forma aplanada, con unas medidas aproximadas de 5-7 mm de largo (un tercio del tamaño de la abeja adulta) por 3,2 mm de ancho, con dos antenas muy características en forma de mazo, de color rojizo inmediatamente después de la fase de pupa para pasar, al poco tiempo, a color negruzco. Las hembras son ligeramente más largas que los machos.
Epidemiología
El pequeño escarabajo de las colmenas se diagnosticó en los Estados Unidos de América (1996), en Egipto (2000) y en Australia y Canadá en el 2002. Se detectaron larvas y huevos de A. tumida en jaulas de reinas importadas desde EE.UU. en Portugal (2004), pero se destruyeron de inmediato todas las colmenas.
En este año se ha diagnosticado en las Regiones italianas de Calabria y Sicilia. Enfermedad de declaración obligatoria en la Unión Europea.
El pequeño escarabajo de las colmenas puede diseminarse mediante el vuelo, y se ve favorecida por la trashumancia y el comercio apícola (paquetes de abejas, abejas reinas, material) el de frutas y legumbres y el de plantas ornamentales con cepellón.
Los huevos se pueden también dispersar adheridos al cuerpo de las abejas.
Existen factores predisponentes que hacen que los apiarios sean más vulnerables a la invasión del pequeño escarabajo de la colmena: colonias débiles, colmenas con exceso de miel no extraída, siendo más afectados los colmenares estantes que los trashumantes.
Ciclo biológico
El pequeño escarabajo de la colmena experimenta una metamorfosis completa: huevo, larva, crisálida y adulto.
Su ciclo biológico se desarrolla dentro y fuera de la colmena; los adultos y las larvas viven dentro de la colmena alimentándose de los productos de esta así como de la cría y la puesta de las abejas. Se ha constatado que estos últimos son fundamentales para su exitosa reproducción, saliendo al exterior las larvas maduras para enterrarse, alrededor de la colmena, y finalizar su ciclo.
La hembra realiza la oviposición, en el plazo de 2-4 días, en masas irregulares, agrupadas de forma irregular. Los huevos, de color blanco nacarado de 1,4 mm de largo por 0,26 mm de ancho, son más pequeños que los puestos por la reina de las abejas. Las hembras pueden poner unos 1.000 huevos a lo largo de su vida.
Es difícil encontrar huevos de escarabajo en una colonia, sobre todo cuando los niveles de infestación son bajos. No obstante, puede buscarse en las grietas/fisuras de las colmenas alrededor del nido o en los opérculos de las celdillas, lo cual posiblemente indique que el pequeño escarabajo hembra ha pinchado el opérculo y ha puesto huevos en el interior de la celdilla.
Después de un corto periodo de desarrollo embrionario (3-6 días), cuyas condiciones óptimas son 28º/30º C y más de 50 por ciento de humedad nacen las larvas y se alimentan de polen, miel y crías de abeja igual que los individuos adultos.
Las larvas son de un color amarillo crema y unas medidas de 10/11 mm de largo por 3 mm de ancho. Tiene a lo largo de su cuerpo unas especies de espículas.
La etapa larval es la más perjudicial del parásito, su desarrollo tiene una duración entre 10 y 16 días.
Las larvas, al final de su desarrollo, salen de la colmena y se entierran en el suelo donde excavan pequeñas cámaras ubicadas entre 1 y 20 cm de profundidad en el suelo convirtiéndose en pupas de color blanquecinas a marrón oscuro en función de la edad, de unos 5 mm de largo y 3 mm de ancho y después en adultos. La pupa de color blanco a perlado pero cambia su pigmentación hacia un tono más obscuro conforme alcanza la etapa adulta.
La mayoría de larvas excavan túneles hacia el interior del suelo que se encuentran a menos de 180 cm de la colonia
La conversión en pupa dura unas 2 a 12 semanas, dependiendo de la temperatura y la humedad del suelo.
Finalizado el ciclo, los adultos de A. tumida, emergen de la tierra e inician su marcha hacia la colmena en cuyo interior se realizan las fecundaciones de las hembras por los machos y en poco tiempo se inicia la puesta. Los escarabajos adultos pueden vivir hasta 6 meses.
Los adultos se suelen encontrar en el fondo de la colmena mientras que las larvas se encuentran tanto en el fondo de la colmena como sobre los cuadros.
Parece ser que A. tumida, sólo es activo en verano y puede llegar a producir cinco generaciones.
Se ha comprobado que puede vivir hasta cinco días sin comer ni beber por lo que hay que tener cuidado con el material de reposición.
El tiempo de desarrollo desde la puesta del huevo hasta que se alcanza el estado adulto oscila entre los 38 y 81 días según las condiciones ambientales.
Daños
Como en el caso de la polilla (G. Mellonella), los daños más importantes los provocan las larvas, que se alimentan de los productos de las colmenas: miel, polen, cría.
Los excrementos y secreciones de las larvas en la miel dan lugar a la fermentación y a la formación de espuma que tiene un olor parecido al de las naranjas al pudrirse.
Esta fermentación también puede ocurrir en las alzas almacenadas previo a su extracción, sobre todo cuando este periodo es superior a 3-4 días.
La conducta alimentaria de las larvas, que a menudo va asociada a la fermentación de la miel almacenada, causa un grave daño a los panales. Las pérdidas económicas también se pueden asociar a la infestación por escarabajos en la sala de extracción de miel. Las condiciones ambientales generalmente asociadas a las salas de extracción, como temperaturas y humedades altas, proporcionan unas condiciones óptimas para el desarrollo de los escarabajos.
Cuando la población de larvas y adultos en muy grande las abejas pueden abandonar la colmena.
Diagnóstico
Clínico.- Las formas adultas y larvas son fáciles de ver en los panales y en el fondo de la colmena atacada.
Escarabajos adultos. El primer signo de la infestación por el pequeño escarabajo de las colmenas es la presencia de escarabajos adultos. Durante las inspecciones, los escarabajos adultos huyen de la luz, se esconden, y se pueden ver corriendo para ponerse a cubierto en las esquinas o, de forma similar, sobre los panales.
Quitar el techo, colocarlo en el suelo dado vuelta, apoyar el melario sobre el mismo y dejarlo aproximadamente por un minuto, el parásito que rehúye a la luz, buscara refugio en el fondo, alzar el melario y observar con rapidez la superficie interna del techo para descubrir la eventual presencia de Aehtina tumida.
Cuando se abre una colmena afectada se detecta un fuerte olor a miel fermentada.
Las larvas pueden encontrarse minando los panales de cera o en las deyecciones de la colonia. Las infestaciones larvarias se asocian con un olor a podrido debido a la muerte de la cría de abejas melíferas y/o a la fermentación de la miel almacenada.
Las larvas suelen dejar rastros de una sustancia viscosa dentro y fuera de la colonia.
Es muy importante diferenciar perfectamente el pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida) de otros tipos de escarabajos, menos agresivos, que podemos encontrar en el entorno de las colmenas y la diferencia no solo se aprecia por la forma de terminación de sus antenas sino también por el tamaño en comparación a la abeja obrera que, como término medio, podemos decir que es tres veces más grande que el enemigo a controlar.
Diferencial.- Las larvas del pequeño escarabajo (A. tumida) pueden confundirse con las de la polilla (G. Mellonella), si bien existen diferencias significativas:
Las larvas del pequeño escarabajo, son más pequeñas que las larvas de polilla, son más duras y resistentes, tienen espículas dorsales y tres pares de patas en el tercio anterior de su organismo (las larvas de polilla disponen de patas a todo lo largo de su cuerpo), no huyendo de la luz ni creando un entramado de hilos sedosos como las larvas de la polilla.
Tratamiento
El control químico de la enfermedad es problemático por ser una patología poco conocida. En EE.UU. se emplea el Coumaphos (organofosforado) en forma de tiras colocadas en el fondo de la colmena sobre cartón ondulado.
La Permetrina (piretroide) se ha utilizado para el tratamiento del pequeño escarabajo de la colmena controlando su fase de pupa. Se emplea una emulsión del producto para su distribución en el suelo próximo a las colmenas.
Profilaxis
Seleccionar abejas limpiadoras en base a su comportamiento higiénico.
Mantener las colmenas fuertes, de esta forma los escarabajos tendrán más dificultades en su extensión.
Las buenas prácticas apícolas nos indican la conveniencia de disponer de colmenas con doble fondo que sirven, con un simple vistazo, conocer, en gran parte, el estado sanitario de la colonia de abejas.
No abandonar en el asentamiento restos de panales y cuadros viejos.
El material viejo cajas y fondos en mal estado deben repararse para evitar lugares de puesta del escarabajo.
Remover el suelo delante de las colmenas para romper el ciclo biológico del pequeño escarabajo.
Tener las colmenas levantadas del suelo y reducir la piquera para dificultar su entrada.
No almacenar alzas llenas de miel encima de las cámaras de cría de las colmenas.
- 9 diciembre, 2014