Por Jesús Llorente
Vicepresidente y Director de Relaciones Institucionales
INTRODUCCIÓN
A finales del año 2004, Vespa velutina, avispa de origen asiático, fue descubierta en el suroeste de Francia, sobre fruta de caqui que en otoño atrae a numerosos himenópteros, cuya llegada se produjo, según indicios, con un lote de productos importados de China (alfarería o carga de madera) por el puerto de Burdeos.
La instalación de la avispa asiática en Europa tiene graves consecuencias ya que, en su región de origen, este insecto es un importante enemigo de otros himenópteros sociales (avispas, abejas) a los que ataca para alimentarse. En otoño también comen fruta madura por lo que pueden producir daños importantes en los frutales.
ETIOLOGÍA
El género Vespa incluye una veintena de especies conocidas. La subespecie presente en Europa, V. velutina nigrithorax se reconoce inmediatamente por su coloración oscura, tórax enteramente marrón negruzco aterciopelado y los segmentos abdominales marrones, diferenciados por una fina banda amarilla. Sólo el 4º segmento del abdomen es casi enteramente amarillo anaranjado. Las patas, de color marrón son amarillas en los extremos. La cabeza es negra y el frente es amarillo anaranjado. Sus alas son de color oscuro. Esta especie exótica mide alrededor de 2,5 centímetros de longitud y las reinas de la misma especie, más grandes, pueden alcanzar hasta 3-3,5 centímetros. Los machos son algo mayores que las obreras.
Los nidos son construidos con fibras de madera masticada, y pueden alcanzar un metro de altura y 80 cm de diámetro. Son mantenidos por miles de individuos. Generalmente, estos nidos son de forma esférica, y tienen un orificio de salida lateral, al contrario de los de Vespa crabro, que tienen su salida en la parte baja. Dada su situación en la cima de los árboles, a más de 15 m del suelo, los nidos son difíciles de ver y encontrar durante la primavera y el verano, con el follaje.
El tamaño de las colonias de la avispa asiática y sus nidos son mucho más poblados que los de la avispa europea, que rara vez contienen más de mil obreras. En las regiones tropicales, V. velutina es capaz de construir nidos muy grandes que contiene varios miles de individuos. El exterior del nido está formado por cinco a seis hojas espaciadas por un vacío de aire de 5 a 10 mm aproximadamente. Su grosor medio es de 45 mm. El nido dispone de una única entrada, constituida por un orificio de 1,5 cm de diámetro aproximadamente, protegido por un tejadillo.
Los nidos agrandan progresivamente de la primavera al otoño. En su tamaño máximo, está formado en general por, hasta 10 u 11 pisos o capas, como tartas de celdillas que contienen la cría. La distancia entre el borde de las capas y la pared exterior es de 15 mm y entre capas de 10-12 mm. Las celdillas tienen por término medio 8,5 mm de diámetro con una profundidad 26 a 29 mm.
Esta avispa, al igual que otras de su género, se alimenta de insectos (hormigas, mariposas, pulgones etc.), pero también de abejas, aunque esta especie es más agresiva que otras. Es una especie diurna.
CICLO BIOLÓGICO
El inicio y final del período de puesta de V. velutina no se conoce con exactitud La actividad de las hembras fundadoras depende de la temperatura. Las hembras fecundadas hibernan individualmente o en grupos de dos o tres en la hojarasca o en troncos podridos. El inicio del calor puede implicar un principio de puesta, pero para que haya fundación de una colonia, es necesario que la reina tenga comida en cantidad. Parece pues probable que aunque las reinas reanudan una actividad parcial a partir de febrero en la que la reina sale de su diapausa, las formaciones de los nidos sean más tardías.
A partir de marzo cada reina fundadora fabrica un nido provisional que no es más grande que una pelota de tenis. Si la situación del nido provisional es idónea, este servirá de base a la construcción del nido de la colonia; a partir de entonces pone unos cuantos huevos y cuida las primeras larvas de las cuales aparecerán en un mes o mes y medio más tarde, dependiendo de la temperatura, las obreras adultas que se harán cargo de la construcción del nido y del mantenimiento de la colonia.
Con la aparición de las obreras, la actividad de colonia aumenta considerablemente y el tamaño del nido también aumenta, alcanzando el tamaño máximo en otoño.
Los descendientes hembras provienen de huevos fertilizados y los machos provienen de huevos no fertilizados. La colonia se compone sólo de obreras (hembras estériles) hasta la nueva generación de sexuados machos y hembras que se desarrolla a finales del verano.
La reina se dedicará a partir de ese momento solamente a la puesta de huevos. Solo las hembras entran en diapausa, y las hembras fecundadas podrán fundar una nueva colonia y convertirse en reinas.
La presencia de machos tiene lugar al final del verano, o incluso a principios del otoño. Es en esta estación cuando las hembras reproductoras de la nueva generación abandonan el nido en compañía de los machos para aparearse. Feromonas sexuales producidas por la hembra parecen intervenir en la aproximación de los sexos; ellas hibernan mientras que los machos, las últimas larvas y las obreras mueren.
Sólo una avispa fundadora es la causa de una única colonia al año. Ella muere al cabo de un año y son sus descendentes (hembras fertilizadas) que se convierte en entonces fundadoras a partir del año siguiente. En la primavera, cada fundadora constituye un nuevo nido, con una única reina y desarrolla una nueva colonia.
No tenemos ningún dato sobre la duración de vida de las obreras de la avispa asiática. Estudios realizados sobre un nido de V. crabro informa sobre la duración de desarrollo de una obrera de avispa europea: es variable según las condiciones de temperatura exterior y duraba entre 55 y 30 días respectivamente en los meses de mayo y agosto. La duración de desarrollo de V. velutina debe ser del mismo orden: una treintena de días en verano pero probablemente menos de 55 días en una primavera cálida.
Los nidos vacíos nunca son reutilizados, pero a veces a principios de la primavera pueden encontrarse en estos nidos hembras sexuadas tardías que están inmóviles debido a la llegada del frío. Éstas son incapaces de fundar una colonia, ya que no han sido fertilizadas y a menudo presentan una atrofia en las alas.
EPIDEMIOLOGÍA
La especie fue descrita por Lepeletier en 1836 a partir de especímenes colectados en la isla de Java (Indonesia). Su coloración es extremadamente variable: se distinguen una docena de variedades. La Subespecie nigrithorax fue señalada por Buysson en 1905.
La avispa vive al Norte de la India, en China y en las montañas de Indonesia. Es pues capaz de sobrevivir, en Asia continental, bajo climas comparables al del Sur de Europa. Se puede pues entender que la avispa asiático se aclimate y se extienda por el llamado arco mediterráneo. Las condiciones climáticas actuales son especialmente favorables a la multiplicación de estas especies originarias de regiones más cálidas.
Está ampliamente distribuida por el sur de la India, Tailandia, China, Laos, Vietnam, Malasia, Indonesia (Java, Lombok).
V. velutina ha sido introducida accidentalmente en Europa. Esta avispa se comporta como especie invasora desde su llegada al suroeste francés. Desde entonces, han abarcado unos 120.000 km2 y atacado colmenas, causando importantes daños y alarma social en los lugares afectados.
En 2010 se confirmó la llegada a la Península Ibérica a través de los Pirineos, como confirmaron las asociaciones de apicultores de Guipúzcoa y el Instituto Neiker-Tecnalia en Irún, tras encontrar los primeros ejemplares. En 2011 hizo su aparición en Galicia y en el Noroeste de Portugal. En 2013 se informó que las avispas se encontraban en Cataluña (provincia de Gerona), Cantabria y Aragón. En diciembre de 2014 se han encontrado las primeras avispas en Asturias y en Espinosa de los Monteros (burgos y un nido en el Alto Najerilla en La Rioja.
DAÑOS
Todas las avispas son depredadoras de abejas, pero en distintos grados según la especie y las modalidades de alimentación. La alimentación de V. velutina no está aún clara. En general, comen orugas, mariposas, moscas y otros insectos, siendo las abejas las que representan hasta el 84 por ciento de su dieta, influyendo el lugar de la localización del nido. En el fin de temporada, especialmente, son atraídos por los frutos maduros. Su régimen alimentario depende de la comida accesible, de la fase de desarrollo de la colonia y de una posible competición con otros depredadores. Los alimentos glucídicos y proteicos son necesarias para la colonia de avispas.
Según datos publicados la avispa asiática puede destruir hasta un 30 por ciento de una colonia de la abeja asiática, Apis cerana. Sus obreras diezman a las guardianas de la colmena antes de atacar a la cría de las abejas para alimentar a sus larvas.
En Francia, el comportamiento de depredación de V. velutina hacia las abejas domésticas y otros insectos es más importante que el de la avispa europea (V. crabo), tanto en el tiempo (de junio a diciembre) como en intensidad (casi todo el día). Se ha descrito el comportamiento de la avispa asiática frente a las colmenas a lo largo del día que permanece en vuelo estacionario en los alrededores de la colmena, generalmente ante la entrada, a una distancia de 30 a 40 cm; luego intenta coger a las pecoreadoras, principalmente las que vuelven a entrar a la colmena, cargadas de polen o néctar, haciéndolos caer al suelo. Las tentativas de introducción de la avispa en la colmena son numerosas, más frecuentes al final de la temporada (septiembre a diciembre).
DIAGONOSTICO DIFERENCIAL
El avispón europeo V. crabro es más grande. Los colores con tonalidades rojizas y amarillas contrastan con el espectro más oscuro de V. velutina. Su colmena es menos voluminosa que la de V. velutina, siempre con una apertura hacia abajo (el orificio de entrada de la colmena de V. velutina está en el lateral de la colmena), y se encuentra en árboles viejos, debajo de un tejado, pero nunca en la cima de los árboles.
Megascolia maculata tiene manchas anchas en su cabeza y abdomen. La hembra puede medir hasta 4 cm, 1 cm más grande que V. velutina.
La Vespula germanica y la avispa común (Vespula vulgaris) son más pequeñas (menos de 2 cm) y tienen un color amarillo más intenso que V. velutina. Suelen nidificar en el suelo, en arbustos o bajo techos de edificios abiertos.
Comportamiento de defensa de las colonias de abejas
Apis cerana ha desarrollado una estrategia de defensa eficaz: las abejas crean una masa compacta en torno a la avispa y hacen aumentar la temperatura dentro de la «bola» así formada. Al cabo de cinco minutos, la temperatura alcanzada se acerca hasta los 50°C, haciendo sucumbir la avispa por hipertermia a partir de los 45ºC. La abeja europea (A. mellifera) ha adoptado la misma estrategia de defensa pero, al parecer, con un eficacia menor; ya que participaría un menor número de abejas. Ello se debería, probablemente, a su más reciente adaptación al depredador (50 años aproximadamente).
Depredadores naturales
En Europa, V. crabro tiene depredadores como el alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), el abejero europeo (Pernis apivorus) y el abejaruco europeo (Merops apiaster), los cuales son potenciales depredadores de la avispa asiática. Aves como la urraca, podrían ser depredadores de la avispa asiática.
Los nidos de V. velutina tienen depredadores naturales en la región de Aquitania. En período de decadencia de la colonia (invierno), se han visto algunos pitos reales y arrendajos que pillaban nidos, y comiendo a las últimas larvas.
Protección de los colmenares y medios de lucha
Una lucha irracional contra una especie invasora puede conducir a facilitar su instalación. Las especies invasoras tienen en general una muy fuerte capacidad de adaptación y dispersión. Este es el caso de la avispa asiática. Los métodos de control que conllevan un riesgo para el medio ambiente pueden afectar a otras especies en lugar de la V. velutina.
En caso de ataque de V. velutina a un colmenar es necesario, alrededor del mismo, poner trampas de selección física (para reducir el impacto en otras especies). Esto permite reducir la presión de predación y debilitar a la colonia de la avispa asiática.
Un tipo de trampa extendida se fabrica con una botella de plástico cortada en dos: para colocar el embudo al revés en la botella se coloca el cebo que puede consistir en cerveza negra , añadiendo vino y jarabe de grosella negra.
La avispa asiática entra pero no consigue salir, y termina ahogándose en el líquido. Se debe proteger la trampa de la lluvia, para evitar que la botella se llene de agua. En el fondo de la botella se coloca un peso para dar estabilidad a la trampa. Para evitar que estas trampas también atrapen abejas es imprescindible no poner un alimento dulce. La cerveza negra, el jarabe de grosella, el vino tinto o blanco pueden ser atractivos para la avispa asiática y a su vez un repelente para las abejas.
Otro tipo de cebo también utilizado contiene un insecticida que la obreras llevan al nido y regurgitan a las larvas según el principio de trofalaxia, propio a los insectos que viven en sociedad. El insecticida utilizado provoca el efecto de inhibir la producción de quitina de la larvas que, así, no pueden desarrollar su exoesqueleto. La actividad del nido se apaga en pocos días. El producto contiene un atractivo para la avispa asiática, y resulta ser repelente para las abejas.
La destrucción de los nidos sigue siendo el método más eficaz para reducir las poblaciones de la avispa asiática. Esto debe hacerse tan pronto como sea posible y hasta finales de octubre. V. velutina es diurna y por ello los nidos deben destruirse al atardecer o al amanecer. Así, casi la totalidad de la colonia podrá ser eliminada.
La destrucción de los nidos durante el día aumenta considerablemente el riesgo de accidentes. Por ello, se recomienda la retirada de estas colmenas durante el amanecer o el anochecer después de haber tapado el orificio de entrada/salida.
Hasta la fecha, las mejores técnicas de destrucción usan un tubo telescópico para la inyección de un insecticida. A continuación, se procederá a descender el nido y a quemarlo para que los insectos muertos y el insecticida no sean consumidos por las aves.
Si el nido es accesible, es posible destruirlo sin insecticidas, bloqueando el orificio de entrada con algodón, y continuación, poner en una bolsa antes de sacarlo para matar la colonia por congelación. Es necesario siempre estar equipados con trajes de protección contra las picaduras.
Como en todas las avispas sociales, las colonias de V. velutina solo vive un año. Por lo tanto, durante el invierno, se podrá quitar el nido sin riesgo ya que todos los habitantes están muertos.
Es totalmente desaconsejable e incluso ecológicamente catastrófico lanzarse en una campaña de destrucción de todos los nidos de himenópteros sociales bajo pretexto de detener a Vespa velutina.
Comportamiento y riesgos para el hombre
Según las primeras observaciones de V. velutina en Francia, es poco agresiva hacia el hombre. No muestra hasta ahora ninguna señal de agresividad particular, ni en vuelo, incluso en presencia de movimientos humanos importantes o de fuertes ruidos. No obstante es necesario observar con esta especie las mismas normas de prudencia que con los todos los himenópteros sociales.
V. velutina, al igual que V. crabro, puede inocular su veneno al ser humano. Según los datos recopilados en Europa, la avispa asiática no representa más peligro que su homólogo europeo. Este último prefiere la huida antes que el ataque.
Los casos de ataques señalados han sido, casi siempre, en la proximidad del nido (4/5 metros). El peligro para el ser humano es presente en caso de picaduras múltiples, picadura única en mucosa o en personas que padezcan alergia al veneno de himenópteros.
Perspectivas
Parece ilusorio hoy a todo el mundo, habida cuenta de su velocidad de expansión, el intento de erradicar V. velutina. Hoy día las avispas asiáticas son un problema para la cría de las colonias de abejas así como para toda la fauna polinizadora.
Nota: Agradecimiento a Marcos Negrete por sus aportaciones.