Cada vez que una abeja recoge néctar o polen de una flor y se desplaza a otra para hacer lo mismo, realiza uno de los actos más importantes y benefeciosos para las plantas, las ayuda a la polinización de sus flores y con ello a la conservación de la biodiversidad y sus ecosistemas, así como los cultivos de los que nos beneficiamos los seres humanos.
En el ciclo de conferencias, junto a la exposición “Abejas y apicultura» que desde el 6 de julio y hasta el 30 de septiembre, la Fundación está ofreciendo en el Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) en Valsaín – Segovia, María Vega os hablará sobre los beneficios de los productos de la colmena, el próximo día 6 de agosto a las 12:00 h. en la conferencia «Conoce y descubre los beneficios de las abejas»
El beneficio de la miel fue descubierto por nuestros antepasados de forma empírica y desde hace mucho tiempo.
En la tumba del faraón Tutankamón fueron encontradas, en 1922 en perfectas condiciones, varias vasijas con miel, a pesar de los 33 siglos transcurridos, según el papiro de Tebas, escrito en 1870 a.C., los egipcios alimentaban y cuidaban a sus hijos con miel y empleaban la miel para tratar las cataratas.
En la cultura romana, los perfumistas utilizaban la miel en un gran número de cosméticos para las damas y los patricios romanos por ejemplo, Plinio da varias recetas, entre ellas la del llamado Perfume real , donde entraba a formar parte la miel, y que se fabricaba expresamente para los reyes de los Partos; o la del Susinum , que es una pasta de flores de lirio en aceite caliente de habichuelas, mezclada con miel, canela y mirra…
Hipócrates, padre de la medicina ya alababa los poderes terapéuticos de la miel y la utilizó para curar diversas afecciones de la piel, úlcera.
¿Porque el ser humano se ha beneficiado y se beneficia de los prodigios de los productos de la colmena?
Descubriremos a través del conocimiento de un super organismo como la colmena la importancia de sus productos para el ser humano y aprenderemos como usarlos para hacer remedios caseros.
La miel: tiene una composición química inigualable que la mantiene fresca indefinidamente y sin fecha de caducidad debido a su baja en humedad y a su acidez, haciéndola un territorio inhóspito para bacterias y microorganismos utilización tópica.
Propóleo: Antibiótico y antiséptico muy potente, desde la antigüedad se han mencionado las propiedades del propóleo en las curaciones de heridas u otras lesiones externas del cuerpo. Junto a la miel se utilizaba como antibiótico natural para la curación de las heridas guerras, hasta que se descubrió la penicilina.
Cera: Tradicionalmente la cera se ha utilizado para muchas finalidades: para fabricar tablillas para escribir, protegían las herramientas, pieles, las cubiertas de los barcos, los libros para hacerlos resistentes e impermeables.
Además posee muchas virtudes que la hace adecuada para fines terapéuticos y cosmética.
Polen: El polen de abeja ha sido utilizado en la medicina natural desde la antigüedad, principalmente por sus efectos energizantes, la razón en su riqueza en proteínas (contiene los 22 aminoácidos esenciales).
Veneno de abeja; La apitoxina es el veneno secretado en la picadura de abejas que contiene un principio denominado melitina, que siendo el máximo responsable de la picazón y dolor, constituye un potente antiinflamatorio, siendo capaz de incentivar la producción natural de cortisona.
Las larvas de zángano: contienen unas propiedades biológicas comparables a la jalea real que ofrecen grandes beneficios a la salud. Las larvas se emplean en tratamientos para diversos trastornos y condiciones, vigoroso estimulante, eleva la capacidad del sistema inmunológico y la resistencia del organismo, propiedades antivirales, psicoestimulante.
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