Poco a poco nuestro trabajo va dejando huella y abriendo caminos, cada día hay más personas que conocen la importancia de las abejas, las campesinas más antiguas y trabajadoras que existen sobre la tierra, también los problemas de supervivencia que afrontan.
Os dejamos el resumen de nuestras actividades realizadas en el 2016, en el Patronato de la Fundación somos conscientes de que la implicación de la sociedad es fundamental para la conservación de nuestras abejas, por eso comenzamos el año 2017 con renovadas energías y nuevos retos para unir voluntades en defensa de los polinizadores y en especial de las abejas.
Enseñamos entre otras cosas que la desaparición de los insectos polinizadores es un desastre de alcance insostenible para la biodiversidad de los ecosistemas terrestres, las abejas son los insectos más representativos y sensibles a las alteraciones que provoca el ser humano.
Por eso hay que seguir trabajando en defensa de todos ellos para que sigan con nosotros, cada uno en lo que este de su mano porque lo peor que se puede hacer es no hacer nada, esperando que otros lo resuelvan.
Este próximo año, entre otras cosas será de vital importancia aprender a controlar el daño que origina la avispa asiática que avanza imparable hacia el centro y sur de la península Ibérica causando daños considerables en la apicultura, habrá que vigilar los insecticidas y herbicidas empleados en la agricultura para que los efectos de esas sustancias no afecten tanto a las abejas, mantener un mayor control sobre el parasito Varroa pues cada vez es más resistente a los medicamentos empleados para su control y realizar unas buenas prácticas para evitar otras patologías y problemas a nuestras abejas.
