El sector apícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), junto con las organizaciones de consumidores CECU y CEACCU, ha iniciado esta mañana en Madrid una campaña reivindicativa para reclamar al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que sea obligatorio detallar el país de origen en el etiquetado de la miel, tal y como se hace en Italia desde 2006 [1]. Bajo el lema “Tienes derecho a conocer el país de origen de la miel, exige transparencia en la etiqueta”, apicultores de las distintas CC.AA. han repartido miles de tarritos frente a la sede del MAGRAMA para recabar el apoyo de los ciudadanos a esta petición. Para ello, se ha habilitado un espacio de recogidas de firmas a través de la plataforma Change. Tras el evento, representantes del sector apícola de COAG y las organizaciones de consumidores se han reunido con el Secretario General de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas. El número dos del MAGRAMA se ha comprometido a realizar un estudio sobre la presente situación y a mantener un próximo encuentro en el que exponer las conclusiones.
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COAG lleva años denunciando la falta de transparencia que posibilita la aplicación de la Directiva 2001/110/CE de la Miel en España, ahora modificada por la Directiva 2014/63/UE, ya que permite a los operadores etiquetar mieles de fuera de la UE como “mezcla de mieles UE-no UE” sin indicar los países en los que las mieles fueron recolectadas, o etiquetar como “mezcla de mieles no UE” sin indicar si la miel comercializada proviene de China o de cualquier otro país de fuera de la UE. Esta norma va en contra de lo establecido en la normativa comunitaria en materia de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios [2] ya que las leyendas admitidas por la Directiva inducen a confusión a los consumidores. Aunque quisiera, un consumidor sería incapaz de identificar el origen de la miel que adquiere. “La modificación es básica para permitir a nuestros apicultores diferenciar sus producciones frente a las de otros países. La situación resulta cada vez más preocupante porque las importaciones provenientes de terceros países, (que no están sometidas a los altos estándares de calidad y sanidad exigidos a nuestros productores), son crecientes y porque las rutas por las que ingresan en nuestro país son cada vez más complejas. En la última década han aumentado un 578% la entrada de miel china a España”, ha subrayado Ángel Díaz, responsable del sector apícola de COAG.
España es el primer productor de miel de la Unión Europea y el 12º del mundo. Nuestro país cuenta con cerca de 26.000 apicultores (25.898 según datos oficiales de mayo de 2014) y 2,5 millones de colmenas. En 2013 importamos 22.000 toneladas de miel, de las que el 67% procedieron de China.
Notas:
[1] La Ley n.81 de 11 de marzo de 2006 del Gobierno italiano, dispone, en su artículo 2.bis, una modificación al anterior Decreto Legislativo (número 179 de aplicación de la Directiva de la Miel) que establece que “En el artículo 3, párrafo 2, del Decreto Legislativo Nº 179 21 de mayo de 2004, la letra f) se sustituirá por el texto siguiente”: f) debe ser indicado en la etiqueta el país o países de origen en los que la miel ha sido recolectada.”.
Mediante dicha modificación, el Ministero delle Politiche Agricole, Alimentari e Forestali italiano excluyó la posibilidad que ofrecía la Directiva 2001/110/CE de sustituir la indicación del país o países de origen de la miel por las leyendas anteriormente mencionadas en el caso de mieles originarias de dos o más Estados miembros o países terceros e impuso la obligación de indicar en la etiqueta el país o países de origen donde la miel hubiera sido recolectada.
Esta obligación conlleva sanciones económicas de 600 a 6.000 euros en el caso de incumplimiento según indica el documento publicado por el Ministerio italiano “L’etichettatura nel confezionamento de la miele” (nota explicativa sobre la aplicación de la normativa italiana en materia de etiquetado de la miel). Esta nota explicativa, además de informar de las sanciones en caso de incumplimiento de la Ley, muestra varios ejemplos de etiquetado en caso de mieles de mezcla (“Países de origen: Italia y Rumanía” o “Países de origen: China y Hungría”).
[2] La Directiva 2000/13/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de marzo de 2000, relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados miembros en materia de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios, establece en sus considerandos que “cualquier regulación relativa al etiquetado de los productos alimenticios debe fundarse, ante todo, en el imperativo de la información y la protección de los consumidores” (considerando 6) así como que “las normas de etiquetado deben implicar igualmente prohibición de inducir a error al comprador” (considerando 14). Por ello, en su artículo 2, apartado 1.a.i) dispone que “el etiquetado no deberá ser de tal naturaleza que induzca a error al comprador, especialmente sobre las características del producto alimenticio y, en particular, sobre la naturaleza, identidad, cualidades, composición, cantidad, duración, origen o procedencia, y modo de fabricación y de obtención”. Asimismo, en su artículo 3, apartado 8, queda recogido que “el etiquetado de los productos alimenticios implicará solamente, (…), las indicaciones obligatorias del lugar de origen o de procedencia en los casos en los que su omisión pudiera inducir a error al consumidor sobre el origen o la procedencia real del producto alimenticio”.