La ONG ambientalista Greenpeace ha denunciado en su página web que en Calasparra (Murcia) han muerto unas 140 colmenas por el uso de insecticidas, además de abejorros, abejas silvestres, mariposas y resto de fauna que se habrán visto afectadas por estas fumigaciones y que son más dificiles de cuantificar.
La organización ecologista ha señalado que el 72% de los principales cultivos para consumo humano que se cultivan en la Región de Murcia dependen de la polinización por insectos, siendo la tercera comunidad autónoma más amenazada por la pérdida de insectos polinizadores, debido a la gran dependencia de su agricultura de este tipo de polinización.
Además el sector frutícola es el que más beneficiado se ve por este tipo de polinización y sin embargo es, a la vista de estas noticias, el primero en tirar piedras sobre su propio tejado con prácticas agresivas como la de Calasparra, donde se podrían dar unas pérdidas de hasta el 90% de la producción si no están presentes estos insectos.
Desde Greenpeace animan a todos los que amamos a las abejas a que firmemos, si aún no lo has hecho, la petición para salvar a las abejas y a la agricultura.