Qué es la miel para nosotros: “La miel es una sustancia dulce, natural, producida por abejas Apis mellifera a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de las plantas o de excreciones de insectos succionadores de plantas, que las abejas recogen, transforman y combinan con sustancias específicas propias, y depositan, deshidratan, almacenan y dejan en el panal para que madure.” y así lo dice el Real Decreto 1049/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba la Norma de calidad relativa a la miel.
Desde siempre la miel ha sufrido adulteraciones con mayor o menor acierto, añadiendo azúcar, melaza, jarabes de glucosa, caña, remolacha, maiz y otros productos de bajo coste con el único fin de obtener ganancias ilícitas engañando al consumidor.
Un estudio del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea analizó remesas de miel de los Estados miembros y concluyó que “un 20% de las muestras tomadas en las fronteras exteriores de la Unión y en las instalaciones de los importadores no cumplían los criterios de composición o los procedimientos de producción de la miel establecidos en la Directiva (2001/110/CE) y un 14% de las muestras contenían azúcar añadido”.
Un dato revelador de la miel es el polen que contiene, partículas microscópicas que delatan su procedencia y origen botánico, según Vaughn Bryant, director del Laboratorio de Investigación en Palinología de la Universidad de Texas, “una miel que no contenga polen en su composición no se puede considerar miel, ya que pierde todas las propiedades nutritivas y saludables”.
En Europa hay alrededor de 17 millones de colmenas que permiten a 650.000 apicultores ganarse la vida, a millones de agricultores polinizar sus cultivos, y a todos beneficiarnos de la polinización sobre los ecosistemas que brindan las abejas.
La apicultura está profundamente arraigada en las zonas rurales y contribuye a su desarrollo, pero también está comenzando a tener impacto en las áreas más urbanas.
Recientemente han aparecido en la prensa artículos sobre miel vegana producida en laboratorios sin abejas con sabor y textura similar a la miel a la cual pretender suplantar.
La miel sin abejas no es miel, es otro producto, por mucho que ciertos empresarios quieran pretender con un sucedáneo de igual apariencia visual y sabor parecido.
En el artículo publicado: https://gastronomiaycia.republica.com/2020/12/29/nueva-miel-vegana-elaborada-sin-la-intervencion-de-abejas/
Escriben: “ante el panorama al que se enfrentan las abejas, recordemos que desde hace años su población se reduce debido a los parásitos, los virus, los patógenos bacterianos y fúngicos, al cambio climático, etc. Con esta nueva miel desaparece el problema de las mezclas de mieles con las que se engaña a los consumidores y que, como sabemos, es algo que se lleva denunciando desde hace mucho tiempo” . “se pretende contribuir a garantizar la supervivencia de las abejas y el abastecimiento de un alimento muy demandado y valorado, cuyo precio se incrementa cada año debido a todos los problemas antes señalados.”
Es una mezcla de comentarios algunos ciertos, otros muy equivocados.
Que las abejas tienen problemas es cierto, patógenos, insecticidas, monocultivos, cambio climático etc. son algunos de ellos.
Que hay mezclas de distintos orígenes y dudosa procedencia también es cierto, en esto estamos trabajando junto con asociaciones de apicultores y otras organizaciones para un “Etiquetado claro”. Aunque nos preguntamos ¿Qué ingredientes van a mezclar en la fabricación de este sucedáneo que pretender llamarlo miel vegana y su procedencia?.
Otras afirmaciones son completamente falsas “pretenden garantizar la supervivencia de las abejas ” ¿Como las van a proteger? si lo que pueden provocar es que los apicultores no puedan vender su miel, que sea su ruina y dejen esta profesión milenaria que es la única que puede mantener vivas a las abejas melíferas.
Desde la Fundación Amigos de las Abejas estamos totalmente en contra de todos los productos que se definan como miel y no procedan de abejas melíferas.