En alta montaña en el interior del país, alejado de la contaminación y de otros colmenares, disponemos de un colmenar único e inspirador de abejas negras (Apis melífera iberiensis). El “Colmenar CERO tratamientos” es un proyecto piloto, en el que las abejas están exentas de los tratamientos farmacológicos, a los que están obligados todos los apicultores por las autoridades sanitarias. Este colmenar tiene autorización administrativa para no aplicar dichos tratamientos estando estas abejas libres de fármaco-dependencias.
Estas colonias de abejas se enfrentan solas al desafío de la varroa y otras plagas, dándolas la oportunidad de fortalecerse con sus propios mecanismos de defensa. Para ello, disponen las colmenas de una malla metálica como suelo (abiertas por abajo), para que cuando la abeja se deshaga de la varroa, el ácaro caiga directamente al suelo y no pueda engancharse a otra abeja. El objetivo es simular las condiciones de los enjambres naturales que no mueren y facilitar la limpieza y renovación del aire interior de la colmena.
Un segundo elemento que ayuda a controlar el parásito es el largo invierno donde están localizadas estas colmenas, la parada invernal de puesta de la reina impide la reproducción de la varroa y como consecuencia la muerte natural de las mismas afectan directamente al índice de parasitación. El objetivo es que todo se parezca lo máximo posible a cómo se comportan las abejas en su medio sin intervención del hombre.
Esta situado en una zona de alta montaña, a 1.500 metros de altura, alejado muchos kilómetros de cualquier otro colmenar fijo o trashumante. El último tratamiento fue realizado en septiembre del 2012 y desde ahí en el 2013 se constituyó el colmenar con 20 colmenas. Dos colmenas murieron el año que se llevaron, posiblemente por el traslado o falta de aclimatación. Otra murió en la primavera de 2014 al haberse perdido la reina y no haber sido fructífero su reemplazo natural. Actualmente hay 17 colmenas vivas.
A las colmenas apenas se las toca, con el objetivo de no interferir en su desarrollo. El pasado año, investigadores de la Universidad Complutense de Madrid acompañados por Luis Pérez (Presidente de la Fundación) realizaron toma de varroas vivas (obtenidas de celdillas operculadas de zángano) así como cuadros con cría de obrera y zángano operculados para realizar investigaciones en sus laboratorios.
Sabiendo que con el “colmenar CERO tratamientos” disponemos de un banco de pruebas para la observación e investigación apícola de una gran relevancia para el sector, queremos unir fuerzas con otras organizaciones o grupos de trabajo interesados en proyectos de investigación sobre la varroa y la resistencia de nuestra abeja a la misma.
Nuestro colmenar se ofrece a cualquier grupo/ equipos de investigación que quieran hacer su seguimiento o un estudio puntual del mismo, que tenga que ver con la varroa . Se tratará de establecer por escrito el compromiso de lo que van a hacer y cómo lo van a hacer, así como presentar resúmenes parciales anuales y al final del estudio una memoria global del mismo, para su publicación por la Fundación Amigos de las Abejas, respetando en todo momento la identidad del autor o autores.
Conocemos experimentos de cero tratamientos en otras partes en Europa, con incidencias de muerte muchos mayores a las que se han presentado en nuestro colmenar. Por ello tenemos grandes esperanzas de que nuestro colmenar evolucione favorablemente. Si perteneces a una organización o grupo de trabajo y estás interesado en colaborar con nosotros en la investigación de nuestro “colmenar CERO tratamientos”, no dudes en contactar con nosotros.