La Unió de Llauradors i Ramaders (Unión de Agricultores y Ganaderos, organización agraria que tiene su ámbito de actuación en la Comunidad Valenciana) solicita que se extreme el control para evitar la entrada del pequeño escarabajo en las colmenas porque se trata de un gran depredador de huevos y larvas, cera y polen y por tanto supone una nueva amenaza para la apicultura.
Hasta la fecha sólo se había detectado en Europa un foco en Portugal en el año 2004 como consecuencia de una importación de abejas reinas, aunque se solucionó con la destrucción de las colmenas. Ahora se ha vuelto a detectar en Italia, donde llegó por vía comercial marítima y existe el temor a que se pueda expandir en España.
LA UNIÓ indica que debería existir un protocolo de actuación rígido en el control de importaciones de abejas reinas y material vivo. No hay que olvidar que España comercializa abejas reinas italianas en un número bastante importante, algunas de ellas sin apenas control. Es fundamentalmente a través de paquetes de abejas y reinas por donde puede introducirse el pequeño escarabajo en España.
El pequeño escarabajo es muy perjudicial porque se trata de un coleóptero con metamorfosis completa y es su fase de larva la que causa los daños en las colonias y a la miel. Los huevos son parecidos a los de la abeja reina pero son depositados en masas irregulares en grietas y cavidades de la colmena. Su período de incubación es de dos a seis días. Tienen la mitad del tamaño de las abejas y su longevidad y solapamiento en sus ciclos reproductivos son las principales causas del gran daño que efectúan en las colonias.
Su control químico es bastante complejo y hasta ahora se basa principalmente en la protección de la colonia y en el tratamiento del suelo para las crisálidas.
La sanidad tanto en la colmena como en el almacén es la mejor defensa. Cualquier factor que disminuya la capacidad de protección de la colonia por las abejas es causa de invasión tanto por el escarabajo como de la polilla de la cera.
Esta nueva preocupación para los apicultores se suma a la enfermedad de la varroasis provocada por el ácaro de la varroa y también a la avispa asiática (vespa velutina) que se alimenta también de abejas, y que ya entró en territorio español en 2010.