Ante los hechos acontecidos que han llegado a nuestro conocimiento, tras la denuncia de un apicultor ante la Guardia Civil en San Clemente (Cuenca), por sospecha de envenenamiento de abejas melíferas en unos edificios propiedad de la Iglesia, la Fundación muestra total repulsa por unos hechos que de ser ciertos deben evitarse, más aun en iglesias y conventos donde debe darse ejemplo de respeto por todos los seres vivos.
Las abejas son unos insectos encargados de la polinización de las flores, muy beneficiosos para la naturaleza y útiles para el ser humano; ya están muriendo por enfermedades y envenenamientos de la agricultura industrial y no se merecen un tratamiento de exterminio como el que se denuncia.
Consideramos que los apicultores de la zona deben responsabilizarse por la recogida de esos enjambres, que son suyos pues de sus colmenas salen, ya que abejas totalmente silvestres no hay.
Una vez recojidos los enjambres se pueden sellar los huecos para que no vuelvan a entrar y si fuera posible poner cajas (caza-enjambres)en primavera para que cuando salgan enjambres no entren en otros lugares de los edificios.
Si ellos no lo hacen, por favor llamen a la Fundación Amigos de las Abejas, tenemos voluntarios dispuestos para recogerlos.
Al párroco y al Obispado les rogamos, tomen medidas que salvaguarden en todo lo posible a nuestras amigas las abejas, nos ofende profundamente que sean envenenadas.