El uso de estos productos de las abejas  por los humanos se pierde en la noche de los tiempos, la historia nos cuenta como ya eran utilizados por las civilizaciones mas antiguas  egipcia, griega y china, sus propiedades curativas se incluyen en prácticamente todos los textos religiosos de la antigüedad como Vedas, Biblia, Corán etc.

El nombre de apiterapia, incluye el uso y consumo de productos elaborados por las abejas aunque el término se asocia más con la terapia del veneno también llamado apitoxina.

Una de las cosas que más me ha sorprendido en mi trabajo con las abejas ha sido las historias de sanación de multitud de enfermedades principalmente mediante el uso del veneno de abeja a veces incluso de forma accidental.

También el peligro que representa su picadura, son varias las muertes que se suceden todos los años por su causa, incluidos los apicultores que de repente se hacen alérgicos a su veneno como es mi caso.

Todo esto me ha llevado a escribir este articulo, sobre la apiterapia y en especial sobre el veneno cuyo componente activo más abundante es la melitina, la cual tiene una poderosa acción antiinflamatoria. Sin embargo, el veneno de abeja es una mezcla compleja de varios péptidos y proteínas, algunos de los cuales tienen efectos neurotóxicos e inmunológicos muy fuertes.

A pesar de todas sus inmensas posibilidades su uso no esta extendido, solo los pacientes que han probado otras terapias convencionales sin obtener mejoría, se atreven a ser picados por las abejas, su picadura produce una fuerte sensación de quemazón doloroso y puntual que desaparece en unos minutos.

La terapia con veneno de abeja llamada también apipuntura tiene para ciertas enfermedades unos beneficios  positivos e inmediatos, pero esto solo puede hacerlo personal debidamente cualificado y previa verificación de no padecer alergia a dicho veneno.

Entre las enfermedades que pueden ser tratadas se encuentran la artritis reumatoide, osteoartritis, artritis reumatoide juvenil, artritis traumática, espondilitis, artritis psoriática, codo de tenista y la bursitis; hipertensión arterial, arritmias, aterosclerosis y várices; también se está utilizando en enfermedades de la piel como eccemas, psoriasis, verrugas; en problemas pulmonares como la obstrucción crónica pulmonar, el enfisema o el asma y en infecciones como laringitis o mastitis, entre otras.

Para obtener el máximo provecho de la apitoxina es necesario aplicar las abejas sobre la piel del paciente, pues de éste modo los beneficios son tremendamente positivos e inmediatos.

Curiosidades obtenidas en internet sobre la apiterapia:

• En el antiguo Egipto, de 900 remedios utilizados, 500 eran elaborados con productos obtenidos de las abejas.
• El emperador Carlomagno (748-814) fue curado por su médico de gota crónico con picaduras de abejas. Iván el Terrible, también.
• Alejandro Magno murió en Babilonia y para trasladarlo hasta Macedonia lo hicieron en un recipiente lleno de miel. A pesar del calor y del tiempo transcurrido el cadáver se conservó intacto.
• La cera de abejas posee 68 veces más vitamina A que la mejor carne de res.
• Los cadáveres de los faraones egipcios fueron embalsamados con propóleos de las colmenas. Son las célebres momias que aun hoy conservamos intactas.
• Según algunas leyendas muchos casos de peste y cólera fueron curados con picaduras de abeja.
•     Se suministró una inyección de células cancerígenas a 1000 ratones y murieron. A otros 1000 ratones, se les suministró la misma inyección y al mismo tiempo, jalea real por la boca o inyectada y NINGUNO murió tras estos ensayos clínicos.
• El polen es el único nutriente conocido para la próstata en él encontramos una infinidad de vitaminas y en una proporción perfecta; 1 Kg. de polen, tiene 3 veces más cantidad de proteína que 1 Kg. de carne de res.
• Si quieres mejorar el metabolismo del sistema nervioso central y periférico, pícate con abejas. Asegura antes que no seas alérgico/a.
• Según un estudio demográfico de 1956. la mayoría de las personas de más de 100 años eran apicultores que consumían polen a diario.
• Los apicultores padecen 10 veces menos cáncer que el resto de las profesiones. El bocio y el SIDA, prácticamente inexistentes.
• El veneno de abeja tiene un poder 100 veces superior como antiinflamatorio a la cortisona, y sin los efectos secundarios de ésta.
•  El veneno de la abeja es 500.000 veces más potente que cualquier otro antibiótico conocido. Posee propiedades anticoagulantes, acelera e intensifica la circulación sanguínea, dilatando los vasos sanguíneos y los capilares.
• En deporte de alto rendimiento, se están utilizando picadas de abejas, con gran secretismo, por cierto, para acortar el tiempo de reacción muscular desde que el cerebro emite la orden.