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Revisión científica de alternativas efectivas a los insecticidas neonicotinoides

Repasando los Neonicotinoides  ¿Qué son?

Son insecticidas a base de nicotina, fueron introducidos en la década de 1990,  atacan el sistema nervioso central de las plagas de insectos. Son pesticidas sistémicos que absorbidos por la planta se incorporan en todos los tejidos vegetales, raíces, tallos, hojas, flores, así como polen y néctar.  Solubles en agua, tóxicos incluso a dosis bajas  y muy persistentes en el suelo, lo que da lugar a una exposición sostenida y crónica en los entornos terrestres y acuáticos.

La combinación de persistencia (meses o años) y solubilidad en el agua ha llevado a una contaminación a gran escala del suelo y los sedimentos, el agua subterránea y superficial, la vegetación tratada y sin tratar, así como a su potencial acumulación.

Los neonicotinoides afectan a todas las especies que mastican plantas, chupan su savia, beben su néctar o comen su polen o fruto. Los efectos van de instantáneos y letales a crónicos. Incluso la exposición a largo plazo a niveles bajos (no letales) puede resultar perjudicial. Se trata de venenos neurotóxicos, y el daño crónico que pueden causar: una disminución del sentido del olfato o la memoria; la reducción de fecundidad; un apetito alterado y reducida ingestión de alimento, incluida la búsqueda de alimento en las abejas; la excavación alterada en las lombrices de tierra; una dificultad para el vuelo y mayor propensión a enfermedades.

Su aplicación generalizada y rutinaria  en la agricultura como tratamientos de semillas incluso cuando no existe una amenaza de plagas relevante está causando una contaminación ambiental a gran escala con efectos significativos en la biodiversidad, lo que representa una amenaza importante para los ecosistemas.

Revisión científica de alternativas efectivas a los insecticidas neonicotinoides

En edición de la revista Environmental Science and Pollution Research , publicada el 25 de febrero (2018), se hace una revisión de unos 200 estudios publicados en la literatura académica, sobre el tema.

La primera lección de esta síntesis del conocimiento disponible es que, en la gran mayoría de los casos, el uso de estas sustancias no aumenta los rendimientos agrícolas. Este hallazgo de una casi ausencia de impacto positivo de los tratamientos con semillas de insecticidas ya había sido destacado en marzo de 2014 por el Centro de Seguridad Alimentaria de EE. UU.

Los investigadores encontraron que otros métodos de control de plagas son más efectivos y menos dañinos para el medioambiente. Además de la rotación de cultivos, estos métodos incluyen la plantación de cultivos resistentes a plagas y la compra de un seguro, que es menos costoso que los pesticidas.

Se cree que los productores continúan aplicando innecesariamente los pesticidas como «profilácticos» contra el daño desconocido de las plagas porque los vendedores de semillas y las compañías químicas les aconsejan.

Se comenta que hay una gran resistencia a reducir o eliminar estos insecticidas por temor a que los cultivos experimenten pérdidas de rendimiento y perjudiquen las economías de los agricultores pero si les explicamos a los agricultores que están perdiendo dinero, tal vez piensen de otra manera.

El informe cita muchos enfoques alternativos de manejo integrado de plagas MIP estrategia que usa una gran variedad de métodos complementarios: físicos, mecánicos, químicos, biológicos, genéticos, legales y culturales para el control de plagas. Estos métodos se aplican en tres etapas: prevención, observación y aplicación. Es un método ecológico que aspira a reducir o eliminar el uso de plaguicidas y de minimizar el impacto al medio ambiente, que pueden implementarse en combinación: a nivel del paisaje (por ejemplo, corredores ecológicos), utilizando mejores métodos de cultivo (por ejemplo, rotación de cultivos, variedades de cultivos resistentes), aprovechando el control biológico ( ej., depredadores y parasitoides) y por otros medios (p. ej., trampas, insecticidas de origen natural).

Se cita a Italia por la utilización de seguros de cosechas  para reducir el riesgo financiero a los agricultores sobre infestaciones de plagas potenciales sin los costos ambientales del uso de insecticidas , las primas de seguros son mucho más baratas que los insecticidas, por lo que los ingresos netos de los agricultores también aumentan. Es un enfoque beneficioso para los agricultores y el medio ambiente.

Todos estos informes nos llevan a pensar que las compañías químicas inducen al uso de estos compuestos insecticidas por motivos económicos industriales y deben ser los gobiernos los que pongan límites a su uso, incentivando por un lado la investigación agrícola MIP poniendo a disposición de agricultores todas las posibilidades y conocimientos que se deriven para una utilización mínima  de insecticidas y por otro habilitando seguros agrarios que permitan garantizar los rendimientos de las cosechas y la rentabilidad de las explotaciones agrícolas cuando no se empleen insecticidas sistematicos.

Consideramos que Europa debe tomar decisiones regulatorias para eliminar los usos de los insecticidas neonicotinoides  y hacer  obligatorio el uso de prácticas de MIP destinadas a la preservación del medio ambiente y la biodiversidad de los ecosistemas.

Mientras, estamos trabajando en la recuperación de la biodiversidad de ecosistemas dañados por incendios, con la ayuda de nuestras abejas y tú támbien puedes colaborar

 

 

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Acerca del autor
Luis Pérez
http://www.abejas.org

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