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¿QUÉ ENFURECE A LAS ABEJAS? (Parte I)

Faustino García - Foto_Por Faustino García

Asesor apícola y Vocal del Patronato

de la Fundación Amigos de las Abejas

Existen algunas circunstancias en las cuales las abejas se vuelven más agresivas.

colmenar oso

Colmenar atacado por oso.

Por eso es muy importante conocer qué factores despiertan el instinto defensivo de la colmena, como: olores, vibraciones, ruidos, colores, colocación de los cuadros  y otras cuestiones que explican este comportamiento. Si bien el primer componente defensivo es su propia genética, por otro lado hay circunstancias en las que responden con más virulencia, según: la hora del día, temperatura ambiental, agentes meteorológicos, existencia o no de floraciones, días posteriores a la extracción de miel y algunos apuntan que el estrés producido por la parasitosis de la varroa.

 

osopanal

El trabajo en el colmenar puede verse entorpecido si las abejas muestran un alto grado de agresividad.

Por eso necesitamos conocer de qué modo influir positivamente sobre su mansedumbre para evitar que se enfurezcan en exceso y no irritarlas demasiado.

Vamos a analizar la Sensibilidad de las abejas desde el punto de vista del olor, como influye sobre su agresividad y su evaluación desde la llegada al colmenar:

  • Las abejas son especialmente sensibles a los olores. Ante el posible ataque de un depredador son capaces de advertir la situación de peligro por el olor que desprende.
  • A veces un apicultor apresurado, un operario nervioso o un acompañante asustado, pueden ponerlas en un estado de alerta, superior al que tienen de forma habitual.
  • Ante el inminente ataque de un depredador (por ejemplo, un oso) o la invasión de su espacio vital por el apicultor, el primer signo detectado es el olor poniéndolas  en alerta. En ambos casos el nivel de alarma y de defensa, por parte de la colonia, irá en aumento, en la misma medida que  lo hace la agresión del depredador o intervención del apicultor.
  • Un manejo por parte del apicultor de forma acelerada, provocando la muerte  masiva de abejas, hace que el olor que desprendido por las abejas  aplastadas, retroalimenta la agresividad y defensa de la colmena.
  • En ambos casos las abejas defienden su propia existencia.

Por lo tanto es el olor la primera confirmación de un posible peligro y el primer estimulo que perciben las abejas para ponerse en guardia.
No podemos  olvidar que las abejas de la miel (Apis melífera) están concebidas para poder defenderse de sus agresores mediante su picadura.

oso

Contemplando el olor como primer estimulo y desencadenante de la escalada de agresividad de la colmena, vamos a establecer tres niveles de agresividad que se dan en los momentos de acercarnos al colmenar y manipular en la colmena:

Desde el punto de vista del colmenar (llegada al colmenar y colocación del equipo).

  • Nivel 1: Que llegando con el vehículo hasta el colmenar, podamos dar un paseo entre las colmenas sin ponernos el equipo. Esto no quiere decir que en un momento dado alguna abeja nos avise de que es hora de ponerse el equipo.
  • Nivel  2: Que llegando con el vehículo hasta el colmenar, nos permitan ponernos el equipo fuera del coche aunque haya que hacerlo de manera inmediata.
  • Nivel 3: Que haya que parar el coche 100/200 m. antes de llegar al colmenar, para evitar que nos piquen antes de ponernos el equipo.

humo

Desde el punto de vista de la colmena (al destapar cada una de las colmenas), quitamos la tapa y despegamos la tapilla lentamente, dejando que el aire y la luz entren lentamente. Sin hacer uso del ahumador.

  • Nivel 1: Que no ataquen y sigan las abejas con movimientos tranquilos y juguetones. Estas colmenas por su comportamiento son especiales. Con su mansedumbre nos están sugiriendo que seamos cuidadosos y delicados en la manipulación. Nos están pidiendo que no ahumemos.
  • Nivel 2: Que ataquen al guante, cierto zumbido en el vuelo y ligera alteración en sus movimientos sobre los cuadros.
  • Nivel 3: Que ataquen a los guantes y a la careta de manera persistente dejando sus aguijones en los guantes y chocándose contra la careta. Moviéndose en oleada sobre los cuadros, mostrando alta agitación.

Ante los diferentes niveles de mansedumbre de las colmenas, la actuación del apicultor debe ser diferente, tenemos que acomodar nuestra actuación a la reacción instintiva de la colmena, para ello iremos siempre un paso por detrás, a través de la percepción y sensibilidad conseguiremos ir al compas de la colmena.

despatada

Esta foto a pesar de estar recién destapada la colmena, de tener dos alzas por debajo de esta y sin ahumar, manifiesta paz y tranquilidad, hasta un nivel de indiferencia manifiestamente insultante.

Parte II: El ruido


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Acerca del autor
@FAmigosAbejas
http://abejas.org

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