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Apicultura antigua 

La apicultura primitiva consistía en cazar los enjambres silvestres en la primavera, los cuales eran colocados en colmenas hechas de paja, barro o troncos de árbol huecos; a finales del verano el apicultor mataba las abejas de la mayoría de sus colmenas, recortaba los panales y colaba la miel, separándola de la cera, guardando algunas colmenas para invernar. Otra fórmula para  matar la colmenas era utilizando azufre encendido o sumergiéndolas directamente en agua hirviendo para conseguir miel y cera.

El sabor dulce significa que el alimento está maduro y en condiciones de ser ingerido. La miel y sus productoras, las abejas, han tenido por ello un papel destacado en casi todas las culturas antiguas y no es extraño que las primeras formas de ganadería tuvieran que ver con las abejas. La miel silvestre ha sido considerada en muchas culturas, como el alimento de los dioses.

Colmenas norte de África

En las civilizaciones mediterráneas se fue gestando la apicultura durante el periodo comprendido entre los años 8000 y 4000 años antes de Cristo. El hombre pasó de ejercer una actividad recolectora a proporcionar a las abejas un habitáculo, fabricado por él con diversos materiales, para que pudieran anidar y construir los panales en su interior.

Los Sumerios, una de las civilizaciones mas antiguas surgida entre los ríos Tigris y Eufrates aproximadamente hacia 4000 a. C., conocían ya la miel y las abejas, y con su escritura pictográfica sobre tablillas de arcilla reflejaron algunos datos sobre ellas que han llegado hasta nuestros días.

La civilización Egipcia nos ha dejado escenas  de recolección de miel en grabados y bajo relieves en las tumbas encontradas bajo las pirámides de 3500 AC. En el antiguo Egipto se creía que cuando el dios del Sol lloraba, sus lágrimas se transformaban en abejas al tocar el suelo. Para esta civilización la abeja era algo más, ya que sus productos se usaban en medicina, ritos funerarios y como presentes a los Dioses.

Los fenicios, griegos, romanos y árabes también dejaron constancia de la importancia que para ellos tenían las abejas.

La apicultura moderna

Se inicia con importantes descubrimientos sobre la vida social, la organización de la colonia de abejas y otros aspectos que mejoran el conocimiento de este insecto útil y lo vuelcan en favor de la apicultura. Algunos de estos descubrimientos por orden cronológico son:

  • Nikel Jacob descubrió en 1568 que las abejas crían reinas a partir de huevos de larvas jóvenes.
  • Luis Méndez Torres constató en 1586 que la reina es una hembra que pone huevos y es la madre de todas las abejas.
  • Charles Butler dijo en 1609 que los zánganos de la colmena son machos.
  • Richard Remnant sostuvo que las abejas eran hembras en 1637.
  • Hornbostel constató en 1744 el verdadero origen de la cera.
  • Anton Janscha, maestro apicultor vienés, descubrió la fecundación de las reinas en 1771.
  • François Huber, apicultor suizo ciego, con su libro “Observations”, fundó las bases de la ciencia apícola en 1792.
  • Lorenzo L. Langstroth, inventó en Estados Unidos el marco móvil con paso de abejas de 9,5 mm y la colmena que lleva su nombre en 1851.
  • Johannes Mehring inventó en 1857 la primera matriz para hacer láminas de cera.
  • Franz von Hruschka inventó en 1865 el primer extractor de miel mediante fuerza centrífuga.
  • Moses Quinby, en 1870, construyó el primer ahumador de fuelle. Posteriormente fue T.F. Bingham quien diseñó el ahumador actual.
  • George Layens inventó en 1874 la colmena que lleva su nombre.