El polen es el elemento fecundante masculino de las flores que en forma de granitos diminutos, los pequeños animales y el viento diseminan, con el objetivo de que llegue al estigma o parte femenina de una flor de su misma especie, para ser fecundada y producir el fruto o semilla.
Las abejas recogen el polen de las flores con sus patas, lo humedecen con néctar y saliva dándole forma de pequeñas bolas que después transportan en las patas posteriores a la colmena, para alimentarse ellas y a sus larvas.
De forma y tamaño variable, su coloración varía en relación con la especie vegetal de que procede, siendo generalmente amarillo o marrón claro, aunque también puede ser blanco, violáceo y negro.
Los apicultores lo obtenemos mediante el uso de trampillas colocadas en las entradas de las colmenas que estrechan su paso y las abejas lo pierden, cayendo a un cajón inferior al cual ellas no pueden entrar.
Luego se seca y deshidrata con aire caliente envasandose al vacío para que se mantenga hasta su consumo.
También esta el polen congelado recién recolectado sin deshidratar que mantiene intactas sus propiedades y tiene mucho mejor sabor, pero solo esta al alcance de los apicultores y de quien lo busca en establecimientos especializados.
En general el polen contiene glúcidos (35%), proteínas (20%), aminoácidos (todos los aminoácidos esenciales), enzimas, todas las vitaminas del grupo B, alto contenido de beta-carotenos( pro-vitamina A), las vitaminas C, D y E . Así mismo, el polen contiene minerales (2,5-6%) de potasio, sodio, calcio, magnesio, fósforo, azufre y trazas de aluminio, boro, cloro, cobre, yodo, hierro, manganeso, níquel, sílice, azufre, titanio y zinc, oligoelementos, sustancias antibióticas activas y algunas sustancias todavía desconocidas hasta el presente que actúan favorablemente en el organismo humano.
El polen es un complemento dietético con propiedades nutritivas, energéticas y metabólicas muy interesantes.
Entre otras :
- Ayuda a recuperarse en casos de anemia o debilidad.
- Aumenta la resistencia ante las enfermedades.
- Es un buen regulador intestinal
- Se recomienda en embarazo y lactancia por su gran poder remineralizante.
- Aconsejable frente a la apatía sexual y problemas de próstata por su gran riqueza en Zinc.
- Ayuda a recuperar el apetito en personas convalecientes.
- Regula el peso corporal tanto en obesidad como para la delgadez.
- Alimento ideal para deportistas ya que aumenta la resistencia ante el esfuerzo físico.
- Refuerza la memoria.
- Muy útil para los diabéticos ya que ayuda a regular los niveles de glucosa.
- Gracias a su contenido en Riboflavina , vitamina A y Zinc ayuda a mejorar la visión.
- Mejora la piel, es un excelente tratamiento para rejuvenecimiento, tanto ingerido como utilizado en cremas y cosméticos.
- Aumenta la fertilidad y es recomendado para hombres y mujeres con dificultades para tener hijos.
Uso y consumo:
El polen no es un medicamento sino un alimento en ese sentido podemos comer lo que nuestro organismo nos pida. Su consumo estimula todas las funciones metabólicas del cuerpo aunque se recomienda una o dos cucharaditas diarias dependiendo de nuestras necesidades y estado en general.
La forma de tomarlo es variable y al gusto de las personas, se puede tomar directamente o mezclado con miel, zumo o yogurt.
No se le conocen contraindicaciones, por lo que el polen puede ser tomado por todo el mundo. La única excepción son las personas alérgicas al mismo, si bien en la mayoría de casos puede tomarse previa consulta medica.
En el mercado existen multitud de variedades y orígenes es de vital importancia que el frasco permanezca firmemente cerrado para evitar la rehidratación y protegerlo de la luz solar. El mejor polen es el procedente de la propia región el nos protegerá como nadie de la alergia al polen cada vez mas frecuente en nuestra sociedad.
Luis Pérez Ventosa
Bibliografía consultada:
“Bee collected pollen Medical applications” Cristina Mateescu (Bioquimica y directora de investigación del Centro Medico de Apiterapia de Bucarest.
“Le pollen” Les therapeutiques naturelles par Doc. Yves Donadieu
